Deir Al-Balah, Franja de Gaza — Al menos 21 personas murieron por un ataque israelí en un campamento que alberga a personas desplazadas en Gaza, dijo el miércoles un funcionario de salud palestino.

Atif Al-Hout, director del Hospital Nasser en la ciudad sureña de Jan Yunis, indicó que al menos 28 personas resultaron heridas en el ataque.

El ejército israelí afirmó que sus aviones atacaron a cabecillas de Hamás “involucrados en actividades terroristas” en la zona. Añadió que el ataque provocó explosiones secundarias, lo que indica que los explosivos presentes en el área fueron detonados. No fue posible confirmar de manera independiente las afirmaciones israelíes, y el ataque también podría haber encendido combustible, cilindros de gas para cocinar u otros materiales en el campamento.

Al menos 15 cuerpos llegaron al hospital, pero dilucidar un número preciso fue difícil porque muchos de los muertos estaban desmembrados, algunos sin cabezas o gravemente quemados.

El ataque ocurrió en la zona de Muwasi, un extenso campamento costero que alberga a cientos de miles de personas desplazadas cerca de la ciudad sureña de Jan Yunis. Se produjo después de que las fuerzas israelíes atacaran objetivos en otras áreas del enclave palestino. Ataques anteriores en el centro de Gaza mataron a ocho personas, incluidos cuatro niños.

La guerra de Israel en Gaza comenzó cuando militantes liderados por Hamás atacaron el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a unas 250 personas. Al menos un tercio de los aproximadamente 100 rehenes que aún están en Gaza se cree que están muertos.

La ofensiva de Israel ha matado a más de 44,500 palestinos en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no especifica cuántos eran combatientes. El ejército israelí afirma haber matado a más de 17.000 militantes, sin proporcionar pruebas.

Israel dice que intenta evitar dañar a los civiles y culpa a Hamas por sus muertes porque los militantes a menudo operan en áreas residenciales y ubican túneles, lanzacohetes y otra infraestructura cerca de hogares, escuelas y mezquitas.