El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su frustración porque las banderas ondearán a media asta cuando asuma el cargo dentro de un par de semanas.

Es una medida tomada por el presidente Joe Biden para honrar al fallecido expresidente Jimmy Carter, quien murió el domingo a los 100 años de edad. Y aunque Trump será el primer presidente en prestar juramento con las banderas estadounidenses a media asta, no podrá hacer nada al respecto, sino hasta después de asumir el cargo.

Esto es lo que hay que saber sobre por qué se arrian las banderas cuando muere un expresidente, quién puede emitir esa orden y cuánto dura el proceso:

Biden ordenó el domingo que las banderas estadounidenses se izaran a media asta en honor al difunto expresidente. Es un honor que indica que el país o un Estado está de luto.

El código de banderas de Estados Unidos establece parámetros para arriar la bandera estadounidense a media asta, incluyendo un periodo de 30 días para presidentes o expresidentes que es válido para las banderas en edificios del gobierno federal y sus terrenos, así como en embajadas de Estados Unidos y otros establecimientos en el extranjero, incluidas instalaciones militares y buques.

Las banderas también pueden arriarse para conmemorar la muerte de otros funcionarios, incluyendo vicepresidentes, jueces de la Corte Suprema y miembros del Congreso, aunque esos periodos no son tan largos.

Las banderas también pueden izarse a media asta en otras circunstancias, como una tragedia nacional o en el Día de los Caídos en Guerras.

Dado que el código de banderas de Estados Unidos establece que ninguna bandera debe volar más alto que la bandera estadounidense en el mismo mástil o en uno cercano, las banderas estatales también se bajan durante esos periodos.

Según la proclamación de Biden, las banderas estadounidenses se izarán a media asta durante 30 días desde la muerte de Carter; esto es: hasta el 28 de enero.

Debido a que la investidura está programada para el 20 de enero, eso significa que las banderas ondearán a media asta cuando Trump asuma el cargo y durante la primera semana de su gobierno.

De acuerdo con lo establecido por la Administración General de Servicios, el presidente, un gobernador y el alcalde del Distrito de Columbia pueden ordenar que las banderas estadounidenses sean colocadas a media asta.

El viernes, Trump publicó en redes sociales que los “demócratas están todos ‘eufóricos’” por la idea de que las banderas estén a media asta cuando él asuma el cargo de presidente.

“Nadie quiere ver esto”, escribió Trump. Añadió que “ningún estadounidense puede estar feliz por ello. Veamos cómo se desarrolla. ¡Hagamos grande a Estados Unidos otra vez!”.

Cuando le preguntaron sobre la publicación de Trump en la conferencia de prensa del viernes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que Biden no consideraría revertir o reevaluar los planes de la bandera a media asta.

Sí. El código de banderas de Estados Unidos dicta que las banderas permanezcan a media asta durante el periodo de 30 días desde la muerte de un expresidente. Pero ese código no es obligatorio, por lo que una vez que se convierta en presidente, Trump técnicamente podría anularlo.

Eso es lo que ocurrió en 1973, cuando el entonces presidente Richard Nixon optó por izar las banderas antes de los 30 días que había ordenado arriar tras la muerte del expresidente Lyndon B. Johnson para honrar a los primeros prisioneros de guerra estadounidenses liberados de Vietnam.

La pausa duró nada más un día, y las banderas volvieron a colocarse a media asta por ocho días.

Sí. Tras la muerte del senador republicano de Arizona John McCain, con quien Trump tenía una relación conflictiva, en 2018, las banderas estadounidenses fueron izadas a media asta durante el fin de semana, pero volvieron a la altura completa el lunes siguiente, mientras que las banderas en el Capitolio federal y en otros lugares permanecieron a media asta.

La bandera se bajó nuevamente a media asta después de quejas de personas tanto del Partido Republicano como del Demócrata. Expresidentes hablaron en el funeral de McCain, pero la familia del senador dejó claro que no querían que Trump asistiera.