Praga — El presidente de la Comisión Militar de la OTAN dijo el sábado que Ucrania tiene el derecho legal y militar de atacar en lo profundo del territorio ruso para adquirir una ventaja de combate, lo que refleja el pensamiento de varios aliados de Estados Unidos, incluso cuando el gobierno del presidente Joe Biden se rehúsa a permitir que Kiev lo haga con armas fabricadas en la nación norteamericana.

“Toda nación que es atacada tiene el derecho a defenderse. Y ese derecho no se detiene en la frontera de tu propia nación”, dijo el almirante Rob Bauer en un discurso pronunciado en el cierre de la reunión anual de la comisión, a la que también asistió el general estadounidense CQ Brown, presidente del Estado Mayor Conjunto.

El holandés Bauer añadió que las naciones tienen el derecho soberano a poner límites a las armas que envían a Ucrania. Sin embargo, colocándose a su lado en una conferencia de prensa, el teniente general Karel Řehka, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas checas, dejó en claro que su país no impone tales restricciones a Kiev con respecto al uso de armas.

“Pensamos que los ucranianos son los que deben decidir cómo usarlas”, dijo Řehka.

Sus comentarios se producen en momentos en que Biden sopesa la posibilidad de permitir que Ucrania use armas de largo alcance proporcionadas por Estados Unidos para atacar en lo profundo del territorio ruso. Asimismo, son indicadores de la división que existe respecto al tema.

Biden se reunió el viernes con el primer ministro británico, Keir Starmer, después de la visita de sus principales diplomáticos visitaron Kiev esta semana, donde enfrentaron presiones para relajar las restricciones relacionadas con el uso del armamento. Funcionarios estadounidenses al tanto de las conversaciones señalaron que, en su opinión, Starmer buscaba la aprobación de Biden para permitir que Ucrania utilice misiles británicos Storm Shadow para realizar ataques en Rusia.

La aprobación de Biden podría ser necesaria debido a que los misiles Storm Shadow cuentan con componentes fabricados en Estados Unidos. Los funcionarios, quienes hablaron bajo la condición de anonimato a fin de discutir sobre las conversaciones privadas, pensaban que Biden estaría dispuesto, pero aún no se da a conocer una decisión.