Un temporal de intensas y persistentes lluvias que azotó la víspera a La Habana provocó inundaciones a las zonas bajas en varias demarcaciones de la capital cubana, reportaron este domingo medios oficiales.

Las fuertes precipitaciones que comenzaron en horas del mediodía y se extendieron hasta la madrugada dejaron diversos daños materiales, pero ninguna muerte hasta el momento.

De acuerdo con un informe del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología (Insmet), se registraron en solo tres horas, entre las 2:00 p.m. y 3:00 p.m. del sábado, 2.2 pulgadas de lluvia caídas en la estación habanera de Casablanca.

Ante esta situación climatológica, las autoridades del Gobierno en La Habana llamaron a los ciudadanos a actuar “con prudencia, disciplina, y responsabilidad”, así como a no cruzar por las calles inundadas y extremar las medidas de higiene y protección de sus bienes.

Para esta jornada, el pronóstico del tiempo del Insmet advierte nuevamente sobre la ocurrencia de numerosos chubascos, lluvias y tormentas eléctricas en gran parte del país, que se extenderán hasta la noche y pueden llegar a ser fuertes en algunas localidades.

El Insmet explicó que actualmente se observa un amplio centro de bajas presiones localizado sobre el suroeste del Golfo de México el cual está generando una gran área de lluvias desorganizadas y tormentas eléctricas.

Además señaló que las condiciones ambientales son propicias para el desarrollo gradual de este sistema a medida que se mueve lentamente hacia el oeste-noroeste o hacia el noroeste, y una depresión tropical podría formarse antes de que el sistema alcance -este domingo- la costa del noreste de México.

Este temporal se ha presentado en coincidencia con la temporada ciclónica de 2024 en el Atlántico que comenzó el 1 de junio con la previsión de que será “muy activa” con la posible formación de 20 tormentas tropicales, de los cuales 11 podrían convertirse en huracanes, según los expertos.

El noroeste cubano, donde se encuentra la capital del país, lleva desde principios de junio registrando fuertes lluvias a diario, después de un invierno septentrional especialmente seco y de que la época de precipitaciones se retrasase un mes.