El presidente Volodymyr Zelensky dijo que no se utilizará el paso del combustible “para ganar miles de millones adicionales con nuestra sangre”
El presidente Volodymyr Zelensky dijo que no se utilizará el paso del combustible “para ganar miles de millones adicionales con nuestra sangre”
1 de enero de 2025 - 8:50 AM
Kiev, Ucrania - Ucrania detuvo el miércoles los suministros de gas ruso a clientes europeos que pasan por el país, casi tres años después de que Moscú emprendiera la invasión plena de Moscú a su vecino, tras expirar un acuerdo de tránsito previo a la guerra.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, prometió el mes pasado en una cumbre en Bruselas que Kiev no permitiría que Moscú utilizara el paso del combustible para ganar “miles de millones adicionales (...) con nuestra sangre, con las vidas de nuestros ciudadanos”. Sin embargo, dejó brevemente abierta la posibilidad de que el flujo de gas continuara si se retienen los pagos a Rusia hasta que termine la guerra.
El ministro de Energía de Ucrania, Herman Halushchenko, confirmó el miércoles por la mañana que Kiev había detenido los flujos de gas “en interés de la seguridad nacional”.
“Este es un evento histórico. Rusia está perdiendo mercados e incurrirá en pérdidas financieras. Europa ya ha decidido eliminar progresivamente el gas ruso, y (esto) se alinea con lo que Ucrania ha hecho hoy”, dijo Halushchenko en una publicación en la plataforma de mensajería Telegram.
La firma rusa Gazprom dijo en un comunicado el miércoles por la mañana que se había visto “privada de la capacidad técnica y legal para suministrar gas para tránsito a través de Ucrania”, debido a la negativa de Ucrania a ampliar el acuerdo.
Incluso mientras las tropas y tanques rusos se movían hacia Ucrania, el gas natural ruso continuó fluyendo a través de la red de gasoductos del país — establecida cuando Ucrania y Rusia eran parte de la Unión Soviética — hacia Europa, bajo un acuerdo de cinco años que se duraba hasta finales del año pasado. Gazprom ganó dinero por el gas y Ucrania cobró tarifas de tránsito.
Antes de la guerra, Rusia suministraba casi el 40% del gas natural de tubería de la Unión Europea. El gas fluía a través de cuatro sistemas de gasoductos: uno bajo el mar Báltico, uno a través de Bielorrusia y Polonia, uno a través de Ucrania y otro bajo el mar Negro a través de Turquía hacia Bulgaria.
Después de que comenzara la guerra, Rusia cortó la mayoría de los suministros a través de los ductos del Báltico y Bielorrusia-Polonia, citando disputas sobre una demanda de pago en rublos. El gasoducto del Báltico fue volado en un acto de sabotaje, pero los detalles del ataque siguen sin estar claros.
El corte ruso provocó una crisis energética en Europa. Alemania tuvo que desembolsar miles de millones de euros para establecer terminales flotantes para importar gas natural licuado que llega por barco, no por gasoducto. Los usuarios redujeron su consumo ante unos precios disparados. Noruega y Estados Unidos llenaron el vacío, convirtiéndose en los dos mayores proveedores.
Europa vio el corte ruso como un chantaje energético y ha trazado planes para eliminar completamente las importaciones de gas ruso para 2027.
El gas ruso supone ahora en torno al 8% del suministro de Europa. La ruta de tránsito ucraniana servía a los miembros de la UE Austria y Eslovaquia, que durante mucho tiempo obtuvieron la mayor parte de su gas natural de Rusia pero recientemente han buscado diversificar los suministros.
Gazprom detuvo los suministros a la compañía austriaca OMV a mediados de noviembre por una disputa contractual, pero el flujo de gas a través de los oleoductos de Ucrania continuó cuando otros clientes llenaron el hueco.
Eslovaquia firmó este año acuerdos para comenzar a comprar gas natural de Azerbaiyán, y también para importar gas natural licuado estadounidense a través de un ducto desde Polonia.
Uno de los países más afectados será Moldavia, un país candidato a entrar en la UE que recibía gas ruso a través de Ucrania y ha introducido medidas de emergencia mientras los residentes se preparan para un duro invierno y cortes de energía inminentes.
Al margen de la decisión de Kiev de dejar que el acuerdo de tránsito expirase, Gazprom dijo el mes pasado que detendría los suministros de gas a Moldavia a partir del 1 de enero citando una deuda impagada. Gazprom ha dicho que Moldavia debe unos 709 millones de dólares por entregas anteriores de gas, una cifra que el país ha rechazado de plano, señalando a auditorías internacionales.
Moldavia, Ucrania y políticos de la UE han acusado de forma reiterada a Moscú de instrumentalizar los suministros energéticos.
El ministro polaco de Exteriores, Radek Sikorski describió la decisión ucraniana de detener el paso del gas como una “victoria” para los rivales de Rusia. En una publicación en X, Sikorski acusó a Moscú de intentar forma sistemática “chantajear a Europa oriental con la amenaza de cortar los suministros de gas”, también a través de un ducto báltico que no pasa por Ucrania ni Polonia para llegar directamente a Alemania.
Moscú aún puede enviar gas a Hungría -así como a Turquía y Serbia, que no forman parte de la UE- a través del ducto TurkStream a través del mar Negro.
El gas natural se utiliza para generar electricidad, en procesos industriales y, en algunos casos, para calentar hogares.
Por otro lado, Rusia lanzó durante la noche de Año Nuevo un ataque con drones sobre Kiev que dejó dos muertos bajo los escombros de un edificio dañado, según la administración de la ciudad. Al menos seis personas resultaron heridas en toda la capital ucraniana, según el alcalde, Vitali Klitschko.
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