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En el tercer día del escrutinio general, la comisionada electoral del Partido Popular Democrático (PPD), Karla Angleró, denunció este jueves que, supuestamente, identificó, al menos, 10 sobres de papeletas votadas mediante voto adelantado por correo de personas fallecidas, un asunto que la presidenta alterna de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Jessika Padilla Rivera, dijo que “habría que investigar”.

Angleró precisó que poco más de 11,000 sobres con papeletas votadas por correo están en la Junta Administrativa de Voto Ausente y Voto Adelantado (JAVAA) pasando por el proceso de validación, en junta de balance, lo que incluye verificar que el elector solicitó ese mecanismo de votación, la dirección y si incluyó la fotocopia de una identificación válida. La JAVAA, como parte de este proceso, puede comunicarse con el elector.

Agregó que recibió quejas, a través de las juntas locales de varios municipios, de que, supuestamente, se estaba llamando a los electores para instarlos a comunicarse con la CEE y reclamar su sobre de papeleta votada para efectos de identificación y validación de la dirección.

“Ese no es el proceso. El proceso es que de aquí (CEE) se genera la llamada al elector y tienen que validar con unas preguntas, obviamente, de seguridad que es el elector y, posteriormente, dan el proceso de validación”, explicó.

Dijo que, al enterarse, solicitó que se le diera el listado completo con los nombres que aparecen en los sobres y lo distribuyó a cada comisionado electoral por precinto “para que verificaran bien esas listas”.

“Y rapidito, eso fue anoche (miércoles), estando nosotros todavía aquí (en tareas del escrutinio general), de Corozal me enviaron dos muertos. De Isabela, me enviaron como tres, y así han seguido llegando. (Tenemos) como 10 al momento. También hay de Villalba”, alertó.

Sobre lo expuesto por Angleró, Padilla Rivera dijo que, “evidentemente, eso hay que probarlo”.

“Habría que investigar exactamente cuáles son esos electores que aparecen muertos... verdaderamente, habría que investigarlo, pero categorizar que aparecieron 10 muertos votando, cuidado con eso. No lo categorizaría”, señaló la presidenta alterna.

Cuestionada sobre qué procedería tras el alegato, Padilla Rivera respondió: “Una investigación con relación a ello; quién fue que votó por esa persona”. “Aquí, no podemos decir exactamente qué pasó”, recalcó.

Agregó que, si una persona falleció después de la elección, “tenía derecho a votar; si falleció antes de la elección y aparece votando, hay que investigar por qué hay un voto de una persona que falleció antes de una elección”.

Angleró cuestionó, en tanto, la insistencia de su homólogo del Partido Nuevo Progresista (PNP), Aníbal Vega Borges, quien advirtió que acudirá a los tribunales si la CEE decide no contar las papeletas de voto adelantado por correo cuyas direcciones son incompatibles con las que aparecen en el registro electoral.

Abordado por El Nuevo Día tras la denuncia de Angleró, Vega Borges reconoció que puede haber alguien que “se haya pasado de listo” y haya enviado un sobre con papeletas de un fallecido. Pero, igualmente, dijo que los sobres que aguardan por validación deben ser evaluados, porque puede haber electores que solicitaron el voto adelantado, votaron y luego murieron.

“Que corrobore bien primero si las personas fallecidas fueron posterior a que solicitaron el voto”, indicó el también exrepresentante.

Mencionó, por ejemplo, que lo anterior el caso de una persona que identificaron, en Santa Isabel, que falleció luego de haber votado adelantado por correo.

“Quisiera saber si la comisionada (Angleró) sabía que las personas que solicitaron el voto por correo estaban inmunes de morir, porque se muere todo el mundo. Puede haber alguien que se haya pasado de listo y haya solicitado votar por una persona fallecida, pero eso...”, agregó.

“Te puedo indicar que, en Puerto Rico, se mueren mensualmente aproximadamente 3,000 (personas), más o menos”, continuó Vega Borges.

Antes de las primarias de junio y de las recientes elecciones generales, causó controversia que la CEE no hubiese descargado, por más de un año, los archivos que mensualmente recibe del Registro Demográfico y, por ende, no tenía al día la depuración del registro electoral.

Finalmente, previo al 5 de noviembre, la cantidad de muertos en el registro electoral bajó de más de 30,000 a poco más de 5,000, indicó entonces Padilla Rivera. Además, informó que se hicieron listas salmón, llamadas así por su color, con los nombres de personas fallecidas que no pudieron ser excluidas previo al envío del material electoral, pero que no debían votar.