La ACLU de Puerto Rico y el Colegio de Abogados y Abogadas publicaron un informe sobre situaciones que ocurrieron en los recientes comicios generales
La ACLU de Puerto Rico y el Colegio de Abogados y Abogadas publicaron un informe sobre situaciones que ocurrieron en los recientes comicios generales
7 de noviembre de 2024 - 6:18 PM
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Desde máquinas de escrutinio electrónico y computadoras defectuosas hasta incongruencias en los resultados emitidos por estos equipos figuran entre las situaciones que el Capítulo de Puerto Rico de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU-PR) y el Colegio de Abogados y Abogadas (CAAPR) detallaron en un informe, divulgado este jueves, con los hallazgos preliminares de su ejercicio de observación de las elecciones generales del pasado martes.
“Varios colegios reportaron incongruencias con los números de resultados emitidos por la máquina. Otro colegio reportó un incidente en el que funcionarios rompieron sellos que protegían la tarjeta de memoria de la maquina antes de transmitir los resultados”, resaltaron ambas entidades en el informe.
En la jornada del 5 de noviembre, 31 voluntarios participaron como observadores electorales, que, entre sus hallazgos, reportaron que, en múltiples colegios, las máquinas de escrutinio no funcionaron o lo hicieron incorrectamente. “No contaban con su batería para poder funcionar en caso de que faltara la luz (energía eléctrica), como en efecto ocurrió, o la batería no tenía la suficiente carga. Pudimos constatar que muchas máquinas devolvían la papeleta, las papeletas se quedaban atascadas, contaban las papeletas dos veces, no aceptaban las papeletas o no adjudicaban el voto”, dice el documento.
Según los hallazgos, en los casos en los que se observó el mal funcionamiento de máquinas de escrutinio, se corroboró que no había aparatos de reemplazo disponibles en los centros de votación.
“El procedimiento seguido era notificar a la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) sobre la máquina deficiente y solicitar un reemplazo. En un caso observado, la máquina de reemplazo llegó a las 4:16 p.m., a menos de una hora del cierre de la unidad electoral. En otro caso, hubo que pedir una tercera máquina de reemplazo”, resalta el informe.
En los resultados del día del evento compartidos por la CEE, la candidata del Partido Nuevo Progresista, Jenniffer González, resultó electa como gobernadora, mientras que el candidato de la alianza entre el Partido Independentista Puertorriqueño y el Movimiento Victoria Ciudadana, Juan Dalmau, quedó segundo. El candidato del Partido Popular Democrático, Jesús Manuel Ortiz, llegó en tercera posición y, Javier Jiménez, de Proyecto Dignidad, quedó cuarto. El escrutinio general comienza el próximo martes.
El reporte también resalta que se corroboró que algunas máquinas no aceptaban papeletas protestadas ni marcadas con una “X”. Esta situación está relacionada con la manera en que se calibraron los aparatos, anotaron las organizaciones.
Otro de los hallazgos sostiene que, en múltiples colegios, el módem que debía utilizarse para transmitir los resultados, una vez terminara el escrutinio, no lograba conectarse a la CEE.
“En un colegio, se reportó que sacaron una primera copia de los resultados de la máquina y, luego, las otras copias salieron con otros números distintos superaltos, que discrepaban de la primera copia impresa. En ese colegio, por consenso, se acordó tirarles fotos a todas las copias y enviarlas todas”, relata el informe.
Según los hallazgos, en muchos colegios, hubo problemas de materiales, como falta de marcadores o que estaban secos y falta de papeletas o máquinas, entre otros. El informe agrega que también hubo casos en que los materiales llegaron tarde. “Esto atrasó el que los colegios estuvieran listos para abrirá las 9:00 a.m. Algunos llegaron a abrir pasadas las 10:30 a.m.”, recoge.
Los observadores señalaron, de igual modo, que las casetas se recibieron sin cortinas y que, en otros tantos colegios, la fila de los electores estaba “bien cerca de las casetas de votación”, lo que permitía ver la papeleta mientras era utilizada.
“Cada colegio decidía la forma de atenderlo. En algunos colegios, las casetas se colocaron mirando hacia la pared; en otros, se colocaron en la misma posición que cuando tienen las cortinas, eliminando la posibilidad de privacidad. Se reportó que votantes solicitaron se movieran las casetas para lograr privacidad y el coordinador se negó”, indica el documento.
En algunas ocasiones, se constató que personas de edad avanzada, o en sillas de ruedas, tuvieron que votar en una mesa y silla ubicadas en el salón, sin protección para evitar que se viera su voto. También, hubo reportes sobre intervenciones indebidas de funcionarios con los votantes, sobre todo, de mayor edad.
“En algunos colegios de votación, se reportó que había funcionarios tomando las papeletas de los electores en sus casetas de votación para introducirlas ellos en las máquinas. Así como también se reportó que había funcionarios parados al lado de las máquinas, sin que se hubiera solicitado asistencia. En la mayoría de los casos, este funcionario estaba identificado con camiseta de color azul”, sostiene el informe.
La ACLU-PR y el CAAPR indicaron que la mayoría de los observadores pudieron hacer sus funciones sin problemas.
No obstante, en dos instancias, se enfrentaron a coordinadores y funcionarios que no permitieron la entrada de observadores, debidamente identificados y acreditados, a los colegios. En otro caso, se le impidió a una observadora tomar fotografías, contrario al protocolo de la CEE.
También, se documentó un caso en el que los coordinadores de una unidad electoral le exigieron a una observadora que saliera del colegio una vez cerrado, lo cual también era contrario a lo establecido en el protocolo aprobado por la CEE.
“Además, en algunos casos, los funcionarios electorales interactuaron de manera agresiva con los observadores”, afirmaron las entidades.
De acuerdo con el informe, en varias unidades electorales, se documentó la ausencia de estacionamientos para personas con impedimentos y, en otros, no contaron con espacios viables. También, se reportaron vías sin aceras para facilitar el movimiento seguro de las personas.
Asimismo, en varios centros, no había servicio de agua potable, por lo que se ubicaron baños portátiles, ninguno de los cuales era apto para personas con diversidad funcional. En la misma dirección, en varios centros, se documentaron problemas con las rampas para personas impedidas que daban acceso.
“También, hubo colegios (identificados como) de fácil acceso ubicados en segundos pisos, inaccesibles a muchas personas de esta población. Para llegar, había muchos escalones y concreto levantado por raíces de árboles, todo esto en violación a la Ley sobre Estadounidenses con Discapacidades federal (ADA)”, señala el informe.
Algunos centros, agrega, no tenían disponibles las papeletas impresas en el sistema braille ni las lupas para personas con visión limitada. “En otros colegios, tenían muy pocas papeletas en braille, y solo estaban disponibles en la oficina de la Junta de Coordinadores. Las papeletas preparadas en el sistema de escritura braille no eran válidas, pues no eran iguales a las papeletas impresas”, destaca el reporte.
Según los observadores, en otros centros, el voto por teléfono no era posible. Por un lado, se indicó a los observadores que los teléfonos para personas impedidas estaban guardados en un maletín, pero nadie sabía decir dónde estaba localizado. “Hubo centros de votación en los que había rótulos de voto por teléfono, pero el sistema no estaba disponible”, recoge el informe.
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