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Hasta la sede de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), en Hato Rey, llegó este viernes María Victoria Mercado. Este era el tercer intento de la joven universitaria por inscribirse como electora para estrenar su derecho al voto el 5 de noviembre. En esta ocasión, vestida de paciencia en anticipo a las largas horas que le esperaban, atravesó las puertas de cristal del atestado vestíbulo decidida a tener, por fin, su tarjeta amarilla en las manos al salir.

Los primeros dos intentos fallidos de Mercado –en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y a través del Registro Electrónico de Electores (eRE)– no amilanaron su deseo de votar. “Uno lo hace por el hecho de poder hacer el cambio”, dijo a El Nuevo Día.

A poco más de una semana para que cierre el Registro Electoral y cuatro días para solicitar el voto adelantado, el flujo de personas que buscaban inscribirse o hacer cambios en su estatus electoral, en la sede principal de la CEE, era constante, principalmente, jóvenes y adultos mayores.

Hasta las 10:00 a.m. del viernes, la CEE tenía en sus registros 64,203 nuevos electores y 58,412 reactivaciones.

Emmanuel Ortiz también optó por llegar hasta la sede del ente electoral para, junto a un grupo de amigos, inscribirse. Este era su segundo intento en la gestión, pues el miércoles estuvo más de cinco horas en la fila cuando se fue el servicio eléctrico. “Terminé yéndome porque tenía que trabajar”, recordó el joven de 23 años, quien veía más agilidad en el proceso del viernes.

“Estamos tratando a ver si la mayoría de los jóvenes pueden tener esa motivación para cambiar el sistema, o también, entender y coger conciencia políticamente”, expresó el universitario, quien votará igualmente por primera vez.

Aunque el ambiente transcurría con relativa calma en la sede de la CEE, a poca distancia, en Plaza Las Américas, el evento de inscripción que se había anunciado para comenzar a las 9:00 a.m. registró a la primera joven a la 1:20 p.m.

“Fue un poquito tedioso el proceso porque nosotros estuvimos aquí desde las 8:30 (a.m.), y a mí me empezaron a tomar la información a la 1:00 de la tarde. Mucha gente estaba aquí pasando hambre, no nos daban ‘follow up’ de cómo iba a ser el proceso, pero estamos contentos porque comenzó el proceso y la pude sacar”, dijo Amanda Correa, de 20 años.

Según la presidenta alterna de la CEE, Jessika Padilla Rivera, esto sucedió debido a que el personal destinado para la actividad en el centro comercial salió, a las 4:00 a.m., de otro evento similar convocado el día antes en San Patricio Plaza, en Guaynabo.

“Es una situación atípica. Anteriormente, todas las visitas que ha realizado la CEE, en el proyecto de inscripción, se han atendido todos los electores. Lo más tarde que se ha salido es 10:30 de la noche. Ayer (jueves), nuestros funcionarios salieron a las 4:00 de la mañana (del viernes). Lamentablemente, no tenemos el personal suficiente para cubrir todas responsabilidades que tienen nuestros oficiales de inscripción”, reconoció la funcionaria, en una parte con periodistas durante un evento en el que se comenzaron a recibir las papeletas para la elección general de noviembre.

Padilla Rivera resaltó que las personas en el centro comercial de Guaynabo rechazaron abandonar la actividad hasta completar su trámite electoral.

Sobre esa situación, la comisionada electoral del Partido Popular Democrático, Karla Angleró, dijo que, a los asistentes, se les había dado como alternativa honrarles un turno preferencial para que fueran atendidos este viernes con prioridad en la sede de la CEE.

La representante de la Pava ante la CEE recordó que el Código Electoral de 2020 disminuyó significativamente la cantidad de plazas para oficiales de inscripción por partido.

En tanto, para el comisionado electoral del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Roberto Iván Aponte, las aglomeraciones en las Juntas de Inscripción Permanente (JIP) se pudieron haber evitado si se hubiera desarrollado, desde inicios del cuatrienio, un proyecto de inscripción en las escuelas.

“Es una responsabilidad de la CEE brindar ese servicio. Se está violando el derecho de ese elector... No es fácil entrar al sistema eRE. No es que un joven no quiera entrar, es que te detiene, entre otras cosas, con la foto y con las facturas”, aseguró el independentista.

Precisamente, como ha reportado El Nuevo Día desde su lanzamiento, el sistema eRE, que la presidenta Padilla Rivera recomendó para evitar las largas filas presenciales, ha continuado dando problemas a los usuarios.

Suzette Alío y Bárbara Blasini tuvieron que esperar más de tres horas en lo que les podían cambiar la dirección en la JIP de Hato Rey. Tras varios intentos de hacer ese ajuste en línea, la solicitud llevaba una semana pendiente. Les preocupaba que, con la cercanía de cierre del Registro Electoral, el 21 de septiembre, no se reflejara el cambio a tiempo.

“Sabemos que es un proceso tedioso, pero hay que hacerlo. Al final del día, si queremos el cambio, nosotras somos médicos que regresamos a Puerto Rico, y estamos comprometidas para el cambio. Si hay que esperar y tomarse el día para esto, lo haremos”, sostuvo Blasini.

Ante los retos y complicaciones en los trámites, hay quienes han solicitado que se aplace el cierre del registro, que es cuando termina el período de inscripciones y cambios. Sin embargo, la presidenta alterna de la CEE enfatizó que es una fecha impuesta por ley y que no se puede aplazar, aunque reconoció que, en reuniones de ese organismo, se ha mencionado la posibilidad de extender el cierre operacional para procesar todas las transacciones electorales.

En un aparte con este medio, el comisionado pipiolo indicó que era posible que se extendiera el cierre del registro, siempre y cuando no afecte el evento electoral, aunque duda que haya un voto unánime para ello.

Las expresiones de los miembros de la CEE se dieron durante la entrega de las 1.9 millones de papeletas para el voto adelantado y ausente, que fueron escoltadas por la Policía desde que salieron de la imprenta hasta que llegaron al edificio de Operaciones Electorales, donde se hará un inventario y se guardarán en una bóveda con un candado por cada partido. El mismo proceso se seguirá, en las próximas semanas, con el resto de las papeletas.