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A punto de cumplirse un mes de iniciado el escrutinio general –sin que se haya contado ni el 50% de los votos y con descuadre de actas–, comienza a llenársele el cuarto de agua a la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), que debe emitir certificaciones oficiales antes de que finalice el año para viabilizar la jura de los funcionarios electos.

Comisionados electorales y un expresidente de la CEE mostraron este miércoles su preocupación con la dinámica de trabajo durante el escrutinio –que arrancó el 12 de noviembre–, aunque reconocieron que, en días recientes, empezó a fluir el cuadre de actas, luego de que se añadieran más mesas de trabajo a esa área.

“Nos ha preocupado desde el comienzo del escrutinio, pero no podemos negar, ni nadie de los comisionados que, en los últimos días, ha mejorado”, dijo el comisionado electoral del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Roberto Iván Aponte Berríos.

Sostuvo, al igual que su homóloga del Partido Popular Democrático (PPD), Karla Angleró, que, además del descuadre en las actas, la lentitud en la toma de decisiones por parte de la presidenta alterna de la CEE, Jessika Padilla Rivera, y en la redacción de acuerdos y desacuerdos por parte del secretario del ente electoral, Rolando Cuevas, inciden en los trabajos.

“Es un problema gerencial, de gerencia de un proyecto. Esto (escrutinio general) lo tienes que ver como un proyecto y la presidenta tiene que gerenciar un proyecto. En cuanto a los acuerdos, siguen tardando en transcribirse”, expresó Angleró.

La comisionada electoral del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Lillian Aponte Dones, añadió que, si un acuerdo o desacuerdo tarda en ser redactado, también demora en ser atendido por Padilla Rivera o transmitido al director del escrutinio, el ingeniero Edwin Velázquez.

“Hay varios elementos que tienen impacto ahí: el cambio de direcciones, la desorganización de la CEE, el enfocarse en un punto solamente…”, destacó Aponte Dones.

Padilla Rivera no estuvo disponible para entrevista.

En días recientes, el comisionado electoral del Partido Nuevo Progresista, Aníbal Vega Borges, solicitó públicamente que Velázquez dé explicaciones públicas sobre el retraso en el escrutinio que, al momento de esta publicación, tenía una divulgación de resultados oficiales de 23.98%.

Al momento, hay un tapón de 1,594 actas que requieren ser cuadradas para, luego, ser enviadas a la Oficina de Sistema de Información y Procesamiento Electrónico (OSIPE), encargada de divulgar los resultados en la página oficial de la CEE. El área de Cuadre de Actas trabaja de manera paralela al conteo de votos regulares en mesa y, por otro lado, está la Junta Administrativa de Voto Ausente y Voto Adelantado, cuyos trabajos también están atrasados.

“Lo que debería hacer la Comisión es balancear los maletines que se están haciendo en piso con Control de Actas porque, si los maletines de piso se adelantan mucho y Control de Actas encuentra errores, cuando lo devuelven a piso, probablemente, la junta que atendió el maletín no va a estar y va a empezar de cero”, advirtió el expresidente de la CEE Francisco Rosado Colomer, sobre un posible embudo si se sigue con la misma dinámica de trabajo.

Angleró, junto al comisionado electoral alterno del PPD, Gerardo “Toñito” Cruz, reconoció que los funcionarios que trabajan en el escrutinio no son, como antes, oficiales de inscripción de la CEE, sino voluntarios, lo que también afecta las labores. La falta de funcionarios adiestrados y experimentados es un problema que el sistema electoral arrastra hace décadas.

“No son oficiales de inscripción que llevan haciendo eso (cuadre de actas y trabajo electoral) toda la vida. Eso complica un poco todo el escenario porque, en lo que adiestras a estas personas, hay atraso”, apuntó Angleró.

Fuentes de El Nuevo Día aseguraron, de hecho, que, a medida que avance el escrutinio y se divulguen los resultados finales de San Juan, es muy probable que baje significativamente la cantidad de voluntarios disponibles.

Cruz se mostró confiado en que, la semana próxima, las mesas que trabajan el voto regular terminen su faena y, por ende, se puedan usar para el cuadre de actas y para la JAVAA, con el fin de acelerar trabajos.

Tras las elecciones de 2012, el escrutinio general se atrasó por el caudal de pleitos legales. Eso requirió que las certificaciones oficiales fuesen trabajadas con celeridad el mismo 31 de diciembre, pero, para ese entonces, Secretaría y Presidencia de la CEE contaban con un andamiaje que fue eliminado con el Código Electoral aprobado en junio de 2020. Existían dos vicepresidencias, que ayudaban al presidente en diversas tareas, y la Secretaría tenía un primer subsecretario y un segundo subsecretario para trabajar los acuerdos, desacuerdos y las certificaciones que son firmadas, de ordinario, por los comisionados electorales, el presidente y el secretario.

Vega Borges puntualizó, en tanto, que es necesario la CEE añada más horas de trabajo al escrutinio. Al momento, se trabaja de lunes a sábado, de 8:00 a.m. hasta pasadas las 10:00 p.m. Vega Borges adelantó que propondrá que se trabaje también los domingos, para cumplir con la meta de finalizar el escrutinio el próximo 22 de diciembre.

Rosado Colomer recordó que, en 2020, terminaron el escrutinio general el 30 de diciembre, pero no recesaron tres días en la semana de Acción de Gracias, como ahora, y solo él, junto a la secretaria de turno de la CEE, firmaron las certificaciones oficiales necesarias para que los funcionarios electos juren al cargo.

El comisionado electoral de Proyecto Dignidad, Juan Manuel Frontera Suau, no estuvo disponible para entrevista.