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Más de tres horas y media después de pasar por una extenuante fila para entrar a su colegio de votación en la Academia Perpetuo Socorro, Pablo José Hernández, candidato a comisionado residente en Washington por el Partido Popular Democrático (PPD) y su esposa Mónica Pascual, finalmente pudo ejercer su derecho al voto.

La fila comenzó fuera de la Academia alrededor de las 12:30 del mediodía, pero la espera concluyó cuando introdujo sus papeletas en la máquina casi al filo de las 4:00 de la tarde.

“Necesitamos más máquinas, mejores máquinas, y que no se aprueben papeletas innecesarias. Si tú tenías tres papeletas y ahora tienes cinco, pues casi estás duplicando el tiempo para la máquina escanear. Pero, mi exhortación es que la gente se mantenga en fila y que vote. Que no permitan que gane la gente que quiere que esto pase”, dijo Hernández mientras esperaba sentado su turno dentro del colego de votación para introduccir las papeletas de la gobernación y la comisaría residente para la que está corriendo como candidato del PPD, la legislativa, la municipal, así como las dos adicionales añadidas para estas elecciones generales correspondientes al estatus del país, y la simbólica por la presidencia de Estados Unidos.

“Un cambio masivo. Necesitamos una reforma urgente del Código Electoral. Me gustaría que fuera con el consenso de todos los partidos, pero si no fuera posible, con el consenso de la mayoría. Pienso que ese proceso debería dividirse en dos, primero atender las reformas en donde hay consenso, que son cosas administrativas, y segundo, donde no hay consenso”, expresó el candidato a la comisaría residente, horas antes en su hogar a medios del país, sin saber con lo que se toparía al acudir a su unidad electoral.

Hernández y su esposa viven a unos cinco minutos caminando, de la Academia Perpetuo Socorro, pero la fila, aunque se movió bastante rápido en comparación a horas de la mañana, le tomó alrededor de 40 minutos. Pero la verdadera espera comenzó una vez se ubicó en la fila de su colegio de votación, del que salieron personas que dijeron que les tomó hasta una hora y media solo en la fila del colegio electoral, mientras otra votante dijo que el proceso completo, entre la fila afuera de la Academia, hasta que ejerció su derecho al voto, le tomó tres horas y media.

“Sin duda hace falta una reforma urgente. Hay insatisfacción más que justificada. Esto de llenar el rectángulo y anunciarse a dos días de las elecciones, es altamente preocupante. Esto de que las máquinas no estén contando bien los votos adelantados es altamente preocupante. Hace falta un cambio urgentemente en la Comisión Estatal de Elecciones (CEE)”, denunció.

El candidato del PPD, por otro lado, se mostró firme en que no hablará de su futuro político hasta después de que se conozcan los resultados de las elecciones generales de este martes en el país, y declinó comentar si se percibe como el futuro líder de su colectividad si el electorado lo favorece para ocupar la silla en la capital federal en Washington.

“Yo no voy a hablar de lo que pase después de los resultados de estas elecciones, hasta que tengamos los resultados”, dijo en la sala de su residencia.

Hernández y Pascual recibieron a la prensa en su hogar poco antes del mediodía, donde conversaron a los medios antes de caminar hasta su colegio de votación en la Academia.

Como cualquier ciudadano, el candidato quiso hacer la fila, que se extendía por una cuadra. En el trayecto saludó a varias personas que se encontró en el camino, incluyendo dos antiguas maestras que aún viven en la zona y que le dieron clase a Hernández y su esposa en la propia Academia Perpetuo Socorro.

La primera fue su principal, Sister Armand Marie, con quien se confundió en un largo abrazo. Ya en medio de la fila, se acercó a su maestra de octavo grado de Geografía, Marlene Ruiz.

“Voy a saludar a mi maestra, pero no voy a colarme”, dijo en broma a los medios que seguían sus pasos.

“No hay nervios. Estamos sorpresivamente tranquilos. Las expectativas son prevalecer pero nosotros acataremos la voluntad del electorado. De eso se trata la democracia”, dijo el licenciado Hernández todavía estando en su hogar, y aseguró que pudo dormir unas cinco horas, aunque “me levanté a la 1:00, a las 2:00, a las 3:00 a.m″.

Cuestionado sobre si entiende que su mensaje llegó a los electores, en el sentido de que no está enfocado en el status político del país, el candidato a la comisaría residente asintió.

“La gente tiene que saber que el PNP lleva ganando la comisaría por siete de las últimas ocho elecciones, y en su obsesión con atender el status y los plebiscitos, entregaron la Sección 936, han evitado que se aprueben sustitutos adecuados y lo que hacen es insistir todo el tiempo en el status y los plebiscitos. Necesitamos un cambio. Necesitamos un comisionado residente que busque nuevos incentivos de desarrollo económico, paridad en programas federales y la reconstrucción de nuestra red eléctrica, estabilizando el sistema, abaratando costos y logrando la transición a la energía renovable”, contestó reafirmando el contenido de su propuesta durante la campaña.

Al hacer entrada a la Academia, Hernández tardó varios minutos en poder llegar hasta su colegio de votación, pues fue detenido por simpatizantes que lo saludaron. Y al coincidir con la exgobernadora de Puerto Rico, Sila María Calderón, el abrazo no se hizo esperar y el encuentro duró por unos minutos.