La comunidad de puertorriqueños en la ciudad de St. Louis se movilizó para apoyar al dueño del negocio en Cabo Rojo afectado por un fuego presuntamente causado por una residente del estado de Missouri el 2 de enero.

La organización Puerto Rican Society, con el apoyo de la consejal boricua en esa ciudad, Daniela Velázquez, convocó un evento de recaudación de fondos destinados a ayudar al comerciante Ángel Marrero Negron a costear las pérdidas, que ascienden a casi $500,000.

El evento tendrá lugar el 2 de febrero, desde el mediodía, en el restaurante Salsa Rosada en St. Louis.

“Es nuestro granito de arena para aportar a la situación que están pasando los negocios en Cabo Rojo por el fuego de la turista de Missouri”, expresó María Rosario, presidenta de la Puerto Rican Society.

Rosario se refirió a Danielle Bertothy, residente de la ciudad de St. Peters, Missouri, acusada por un gran jurado federal de haber provocado el fuego que afectó el Luichy’s Seaside Hotel, así como otros negocios que son inquilinos de la misma propiedad en Cabo Rojo.

“Hubo gente aquí en St. Louis que se activó bien rápido para tratar de traer atención a lo que estaba sucediendo en Puerto Rico. Comenzó la comunicación con los dueños de los negocios, para ver cómo podemos ayudar y qué hacer”, relató Rosario.

Destacó que en St. Louis “hay mucha gente de Puerto Rico y hay muchas personas que visitan Puerto Rico a menudo, y sienten un cariño por la isla, así que nos estaban preguntando ‘¿cómo podemos ayudar?’”

“Así que nos juntamos con Velázquez para crear este evento que es una oportunidad de unirnos, compartir juntos. Todo el dinero que se recaude va directamente a Luichy’s Seaside Hotel. Nosotros no nos quedaremos con nada y la plataforma que se está usando no cobra ningún cargo”, sostuvo.

Recalcó que “la idea es ayudar a recoger el dinero necesario para poder comenzar con la reconstrucción y las reparaciones del negocio”, añadió. “Vamos a comer juntos, a escuchar música... probablemente Bad Bunny, que es lo que está pegado ahora. Aparte de eso, tendremos un mensaje de Velázquez. Esperamos tener algún mensaje de los dueños afectados para que la gente vea a quién estamos ayudando y por qué es importante ayudar”.

“Se trata de reconectar y sanar esta herida que ha causado tanto sufrimiento”, afirmó Rosario, quien recordó que no es la primera vez que la entidad de 30 años de trayectoria se moviliza de esta manera, resaltando sus esfuerzos tras el paso del huracán María en 2017.

“Puerto Rico se respeta. No estamos allá, pero acá estamos pendientes a todo lo que está sucediendo allá”, acotó.

Por su parte, Velázquez dijo a un canal local afiliado a la cadena de televisión NBC que “solo queremos apoyar a los comercios para asegurar que esas personas puedan vivir sus vidas y ese es el enfoque, y espero que la justicia haga lo que hace y se encargue de esto”.

Bertothy, de 36 años, compareció el 22 de enero al Tribunal Federal para el Distrito Este de Missouri, donde la Fiscalía federal insistió en su petición de que se mantenga en prisión hasta el juicio, mientras que la defensa solicitó que se le permita salir bajo fianza y con un grillete.

De acuerdo con medios de comunicación locales que cubrieron la audiencia, el abogado aseguró que no es un riesgo de fuga y que un contenedor colocado frente la residencia de la mujer se debe a que el propietario llegó a pedirle que se mudara, pero que luego cambió de parecer.

Mientras, los reportes indican que la hermana mayor de Bertothy declaró asegurando que puede hacerse responsable de su custodia en su casa en Connecticut, mientras que se encargaría de que comparezca a las vistas judiciales en Puerto Rico y que no tenga acceso a alcohol, drogas ni armas.

Durante un allanamiento de agentes federales el 7 de enero, los oficiales encontraron cocaína y una pistola, así como una maleta con la etiqueta del vuelo desde Puerto Rico, sin desempacar y con la ropa que se le ve usando en vídeos de cámaras de seguridad.

Según una moción de la Fiscalía, un can de los oficiales marcó como positivo tras detectar olor a combustible en esas pertenencias.

De salir culpable, Bertothy se expone a una sentencia de cárcel de entre cinco y 20 años de prisión.