Investigadores de la Policía intentan conseguir imágenes que ayuden a establecer algún móvil relacionado con los ataques a tiros que dejaron una mujer aspirante a monja herida, el lunes, y un gerente asesinado, al día siguiente en Levittown, Toa Baja.

Al mismo tiempo, personal del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Bayamón trata de identificar cuáles serían los motivos detrás de ambos crímenes.

“Hemos reforzado las unidades de Inteligencia y CRADIC (Centro de Recopilación, Análisis y Diseminación de Inteligencia Criminal) para avanzar con la extracción de vídeos, ante la cercanía (física) de los incidentes”, apuntó el coronel Manuel de Jesús, superintendente auxiliar de Investigaciones Criminales de la Policía.

Los dos casos son investigados por separado tras reportarse en días distintos, aunque las respectivas escenas estaban ubicadas a minutos de distancia.

En el primer caso, una novicia −o aspirante a monja− resultó herida de bala en el cuello cuando salía en su vehículo de una residencia.

“Sigue la investigación para establecer un móvil”, sostuvo De Jesús.

Cuando se le preguntó sobre versiones de que apuntaban a un posible intento de robo del vehículo a mano armada, De Jesús indicó que “no hay otro motivo que podamos pensar que no haya sido un intento de carjacking. No pareciera haber otra justificación, pero no se descartamos nada al momento”.

Además, recordó que se trataba de un hombre que “estaba parado detrás del vehículo” de la víctima. Dijo que, al momento, siguen tratando de encontrar cámaras de seguridad que hayan capturado una imagen del presunto agresor.

Mientras, en ese mismo proceso se encuentran con la búsqueda de pistas visuales para esclarecer el asesinato de Jorge Luis Colón Rivera, de 30 años de edad.

La información preliminar apunta a que había salido de su trabajo como gerente en un comercio, en Toa Alta, cuando fue interceptado por dos vehículos en la PR-165 y seguido a tiros hasta la urbanización Lagos de Plata, en Levittown.

De Jesús indicó que están en proceso de confirmar descripciones preliminares que habrían recibido sobre los vehículos de los gatilleros, para lo que necesitan acceso a cámaras de seguridad que estarían en el trayecto que siguieron los vehículos.

“El proceso requiere hacer unos subpoenas, llevarnos los equipos, analizar los visuales para saber si son de buena calidad, y si no, pues seguir buscando otras que estén más adelante en el mismo camino hasta dar con alguna en la que se vea bien algo de lo que pasó”, afirmó. “No es difícil, pero es algo que toma tiempo”.