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Departamento de Justicia propone cambios en modelo de rehabilitación para personas convictas por violencia doméstica

Celebrará un simposio el 3 y 4 de diciembre, con diversas agencias de ley y orden, para adiestrarse en nuevas formas para trabajar con los agresores

28 de noviembre de 2024 - 12:00 PM

La fiscal Laura Hernández Gutiérrez enfatizó que buscan asegurar a las víctimas con la certeza de que los programas de desvío son eficaces. (sara.marrero@gfrmedia.com)

A raíz de la falta de evaluación a los programas de desvío de personas convictas por violencia doméstica, el Departamento de Justicia desarrolló, junto a psiquiatras y académicos, un nuevo manual de intervención que será compartido la próxima semana con el Departamento de Corrección y Rehabilitación y la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción en busca de mejorar los servicios y minimizar la reincidencia.

Queremos motivar a nuestros funcionarios y a la comunidad de que el cambio en los agresores es real. Se puede lograr, pero hay que modificar la manera en que lo estamos haciendo. No solamente queremos asegurar a la víctima, sino que el programa de rehabilitación sea efectivo, que en esas vistas de seguimiento de desvío podamos ver una intervención distinta, con mejor éxito”, enfatizó la fiscal Laura Hernández Gutiérrez.

A pocas semanas que venza el estado de emergencia por violencia de género decretado por el gobernador Pedro Pierluisi en 2021, la directora de la División de Coordinación de las Unidades Especializadas de Violencia Doméstica entiende que uno de los asuntos que ameritaba atención era la rehabilitación de los agresores, entre ellos, aquellos que sufren trastornos por adicción a sustancias controladas.

A esos efectos, este 3 y 4 de diciembre, Justicia celebrará el simposio “Transformando la rehabilitación: prácticas basadas en evidencia y enfoque informado en trauma”, en el Hotel Caribe Hilton.

Hernández Gutiérrez señaló que los programas de desvío al amparo del Artículo 3.6 de Ley para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica (Ley 54) no se modifican desde 2008. “Aunque esa no es una función que se le ha delegado a Justicia, hemos participado, activamente, en la incorporación de protocolos y legislación y entendemos que, para que todo pueda resultar en un mejor resultado, tenemos que atender qué estamos haciendo con los agresores”, insistió.

El estado de emergencia por violencia de género decretado por el gobernador Pedro Pierluisi en 2021 está próximo a vencer.
El estado de emergencia por violencia de género decretado por el gobernador Pedro Pierluisi en 2021 está próximo a vencer. (Nahira Montcourt)

En 2022, Justicia recibió 4,720 querellas de violencia doméstica, una cifra que, en 2023, aumentó a 6,510 y, en 2024 –hasta el 9 de octubre–, iba por 6,965, precisó.

La fiscal compartió que, como recursos para el manual, identificaron al doctor Casey Taft, profesor de Psiquiatría de Boston University, y a la doctora Jacquelyn Campbell, catedrática de la Universidad Johns Hopkins y quien participó en la elaboración del protocolo de Justicia para medir riesgos en las víctimas de violencia doméstica.

Taft es el desarrollador y director de “Strength at Home”, único programa del Departamento de Asuntos de los Veteranos en todo Estados Unidos, incluyendo Puerto Rico, que aborda la violencia doméstica en militares. Esta iniciativa está basada en el trauma y ofrece una nueva perspectiva para promover la responsabilidad por el comportamiento abusivo y, al mismo tiempo, facilita que la persona que comete la agresión comprenda cómo se aprendieron estos patrones.

“Históricamente, la investigación ha demostrado que el único aspecto que es más difícil de abordar es detener la violencia una vez que se produce. Muchas de las investigaciones sobre este tema han demostrado que la mayoría de los programas para ofensores no son muy eficaces. Por lo tanto, si se puede implementar un programa que realmente sea eficaz, que reduzca la violencia y ayude a solucionar otros problemas relacionados, entonces, se puede lograr una reducción muy importante”, comentó Taft vía telefónica.

A diferencia del modelo que actualmente utilizan en las clases de los programas de desvío en Puerto Rico –conocido como el modelo Duluth–, el doctor planteó que “Strength at Home” es más “interactivo y terapéutico”.

“Los miembros del grupo comparten más, hablan de sus experiencias personales y se desafían entre sí más que en un programa de Duluth”, comparó.

“La mayoría de los clientes que vemos han sido testigos de cómo sus padres se maltrataban entre sí o cómo sus padres los maltrataban. El trauma no justifica su comportamiento, pero es importante que entiendan cómo su trauma les ha dificultado confiar en las personas. ¿Cómo los ha vuelto más controladores en su relación? ¿Cómo ha afectado a su autoestima? ¿Cómo ha afectado a su capacidad de dejar que otras personas se acerquen a ellos? Así que su trauma puede manifestarse en su relación de diferentes maneras. Por lo tanto, cuanto más puedan comprenderlo, más podrán cambiar”, recalcó.

A su juicio, la mejor manera de medir el rendimiento de este tipo de rehabilitación “es hablar con los sobrevivientes”.

Les damos cuestionarios a los propios agresores, pero también nos comunicamos con los sobrevivientes, sus parejas”, expresó. Al mismo tiempo, solicitan estadísticas a las autoridades para monitorear las reducciones en las agresiones y medir resultados.

Cuanto más les mostramos a nuestros clientes que estamos tratando de comprenderlos mejor, ellos se comprenden mejor a sí mismos
Casey Taft

Taft enfatizó en que “no tratamos la violencia doméstica como un problema mental. Alguien puede tener muchos traumas y puede tener un trastorno de estrés postraumático u otros problemas de salud mental, pero nada de eso excusa el comportamiento”.

Destacó que buscan que la persona agresora comprenda sus problemas, pero que, a la vez, sea responsable de sus conductas violentas.

“Ayudamos a nuestros clientes a comprenderse mejor a sí mismos, su trauma, pero necesitan reconocer la necesidad de cambiar y trabajamos para tratar de motivarlos a cambiar. Lo que descubrimos es que, cuanto más les mostramos a nuestros clientes que estamos tratando de comprenderlos mejor, ellos se comprenden mejor a sí mismos y asumen más responsabilidad por su comportamiento abusivo”, explicó.

“Queremos prevenir más muertes. Tenemos la tranquilidad y la certeza de que el programa que se va a incorporar nos va a ayudar a que la víctima pueda vivir en paz y segura”, apuntó, por su parte, Hernández Gutiérrez.

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