Arecibo - “Nos duele, porque eran vidas”, lamentó “Ramón” (nombre ficticio para proteger su identidad), de 59 años y quien conoció de cerca a la primera víctima de la ola de muertes por sobredosis con fentanilo reportada en el sector El Coto, todas ocurridas en menos de una semana y que ya ha cobrado casi una decena de víctimas.

“Aquí el fentanilo no es aceptable. Eso lo trajeron de otro sitio y se lo regalaron a ella. Le dieron una muestra y se empezó a regar. Vino de otro pueblo (...) El que repartió el fentanilo es el culpable”, aseguró el hombre, que lleva recorriendo las calles desde los 20 años.

Bajo anonimato y tapando su rostro, Ramón insistió que “ninguno de los puntos” de droga en el sector utilizan fentanilo. “No lo aceptan ni para cortar material, ni para nada”, contó el arecibeño a El Nuevo Día, sentado cerca de la escuela elemental Dr. John Will Harris, ubicada en el sector donde ocurrieron las muertes. También hay cuatro residenciales públicos en el área.

“(Los fallecidos) llevaban años deambulando por aquí. La primera que murió fue ‘Beba’, era usuaria y se buscaba el peso como fuera, pero era gente buena”, aseguró sobre la fallecida, de 35 años y quien también era madre.

En tanto, la doctora Isis Rosales, del Departamento de Salud en Arecibo, precisó que la agencia atendió 32 casos de sobredosis en la comunidad. “De esos, nueve personas han fallecido, una persona se encuentra en cuidado de emergencia y tres continúan hospitalizadas”, comentó en una reunión interagencial con personal del Municipio de Arecibo, llevada a cabo en la Casa Ulanga.

Por su parte, el director del CIC de Arecibo, Carlos Vélez, reportó que ya han confirmado siete fallecidos en dicho municipio: cinco hombres y dos mujeres. Seis fallecieron el jueves, y uno murió ayer, lunes. Además, el CIC investiga un octavo caso de un hombre, que fue hospitalizado el sábado y murió el domingo.

“Mayormente eran profesionales, y solamente una persona estaba sin hogar, procedente de Utuado. Todas las personas que entrevistamos dijeron que la compraron en el residencial (Ramón Marín Solá)”, comentó Vélez.

El fentanilo es un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente. De 155 muertes por sobredosis en lo que va de año, 123 fueron positivas a fentanilo, de acuerdo al Instituto de Ciencias Forenses (ICF).

“A ella (Beba) le dieron la sustancia para repartirla. Ella murió en el momento. De inhalarlo, murió. Otro hombre venía subiendo en bicicleta y terminó muerto. Era fentanilo puro. El títere que coja a alguien dando eso (fentanilo), no la va a contar”, aseguró Ramón a este medio.

En respuesta al incidente, que se registró en diferentes zonas de la avenida Constitución, seis individuos fueron arrestados el jueves pasado por venta y posesión de sustancias controladas, en medio de un operativo liderado por el Negociado de la Policía, agencias federales y del Departamento de Salud. Las personas quedaron citadas para la radicación de cargos.

Las autoridades aguardan por las pruebas del material incautado para confirmar si tenía fentanilo, agregó el director del CIC.

Del mismo modo, vecinas del Residencial Tina Padilla de Sanz contaron a El Nuevo Día sentirse inseguras por los incidentes y lamentaron la muerte de personas con las que llegaron a cruzarse en el barrio.

“Jamás se había visto una cosa así. Esos son personas que uno veía por la calle. Pedían agua y chavitos. Muchos nos preguntamos, dialogamos y decimos que no es fácil. Pensamos en esas pobres madres”, contó Inset Ruiz Ocasio, quien vive desde los 7 años en el complejo de vivienda pública.

La mujer de 56 años y su hija llegaron hasta el centro comunal del residencial en busca de orientación por parte de Administración de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) y para recoger una dosis de Narcan (naloxona), un medicamento esencial para revertir los efectos de una sobredosis de opioides, pero, a su llegada, no había funcionarios para atenderla.

“Pienso si a esas personas (fallecidas) las ayudaran más, pues se hubieran salvado. Eso explotó así de momento”, lamentó Ruiz Ocasio, al contar que ha ayudado a otros usuarios en estado de sobredosis en su comunidad, pero desea conocer más sobre las diferentes vías de acción comunitaria.

Entretanto, la licenciada Carmen Bonet Vázquez, administradora de la ASSMCA, estimó que han podido revertir 800 casos de sobredosis de fentanilo en lo que va de año.

“Son muertes prevenibles, pero tenemos que hacer unos cambios para llegar a las comunidades. (…) Estos datos pareciera como si fuera una guerra”, opinó el doctor Eduardo Zavala, del Programa de Opioides y Sustancias de Salud.

Entretanto, el secretario de la agencia, Carlos Mellado, y el alcalde de Arecibo, Carlos “Tito” Ramírez, se comprometieron a unir esfuerzos entre las agencias estatales y municipales para atender la crisis de fentanilo en el norte.

“Cerca de los residenciales hay una escuela y esas muertes van a afectar a esos niños, y el Departamento de Educación debe asignar un psicólogo para esos niños. Es una estrategia para combatir esa situación. Hemos asignado (personal de la) División de Tránsito para que de apoyo allí a la Policía estatal”, dijo el primer ejecutivo municipal en medio del conclave, al cual no llegó ningún funcionario de Educación.

Además, la Uniformada planteó que ocuparán la zona hasta que se dé con los responsables. Sin embargo, Vélez dijo “que están trabajando el asunto como una enfermedad”.

Mellado, por su parte, no pudo precisar cuántas dosis de Narcan (naloxona) han entregado en el sector El Coto, pero planteó que se encuentran abiertos a recibir propuestas por parte de organizaciones comunitarias “para utilizar unos fondos disponibles de opioide”.

“Nadie está exento. Existen contagios por accidente. Seguimos comprometidos a salir a la calle a salvar vidas. En la medida que la comunidad se una, definitivamente podemos salvar más vidas”, puntualizó, por su parte, Rosales.