El Centro Médico Episcopal San Lucas, en Ponce, informó que la amenaza de explosivos que la institución hospitalaria recibió, este Sábado de Gloria, se trató de una falsa alarma y dio por concluida la investigación por parte de las autoridades.

“No se encontró ninguna amenaza en las instalaciones del hospital ni en su periferia”, informó el hospital a través de sus redes sociales.

“Desde el primer momento, el hospital activó sus protocolos de seguridad establecidos y manejó la situación conforme a nuestras políticas internas, en estrecha colaboración con las autoridades pertinentes. El proceso se llevó a cabo de forma organizada, segura y con total compromiso hacia la protección de nuestra comunidad hospitalaria y su periferia”, agregó.

El teniente Ismael Cartagena, director de la División, indicó a El Nuevo Día que las autoridades fueron alertadas a eso de las 6:40 a.m. luego de que el Centro Médico recibiera una llamada a través de la cual se hizo una amenaza.

“Estamos cooperando con hacer el registro y búsqueda junto con la Unidad Canina y descartando que haya algún tipo de peligro”, informó el teniente en ese momento.

En un informe de novedades divulgado posteriormente, la Policía detalló que se habrían tratado de dos llamadas en las que una persona manifestó que había colocado varios explosivos en el área del estacionamiento y en el interior del hospital, lo que resultó ser falso.

Por su parte, el licenciado Rafael Alvarado, director ejecutivo del Centro Médico, había informado que, como medida preventiva, la institución había cerrado su periferia.

No obstante, tras concluir que no existía algún tipo de peligrosidad, comunicó que el hospital se encuentra operando con total normalidad.