Personal de la División de Gestión de Incidentes de la Guardia Costera monitorea los esfuerzos para remover un yate que encalló, el pasado 30 de diciembre, en un arrecife localizado en aguas cercanas a Culebra.

De acuerdo con la agencia federal, el incidente fue inicialmente reportado mediante una llamada dirigida al Sector San Juan, base de operaciones de la Guardia Costera en Puerto Rico, quienes fueron alertados sobre un yate de 80 pies que había encallado al oeste de la bahía Honda y que se estaba hundiendo.

A bordo de la embarcación “Runaway” viajaban cuatro personas y dos perros. Tras el incidente, una tripulación de la Guardia Costera asistió al capitán de la embarcación con la instalación de una bomba para extraer agua.

Dos pasajeros del navío fueron transportados a Saint Thomas, en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, mientras que los otros dos permanecieron en el buque controlando la inundación y coordinando los preparativos iniciales de salvamento.

La Guardia Costera informó que el propietario del yate retiró, el pasado viernes, aproximadamente 160 galones de productos derivados del petróleo de la embarcación. El combustible recuperado fue donado a la comunidad pesquera de la isla municipio.

“Ahora que la mayor parte de los productos derivados del petróleo a bordo de este buque se ha retirado con éxito, la prioridad es que el yate sea retirado del arrecife tan pronto como sea posible”, expresó, en declaraciones escritas, el comandante Ray López, jefe de Gestión de Incidentes del Sector San Juan.

“Seguiremos trabajando con el propietario del buque y nuestros socios locales y federales para garantizar que se apruebe el mejor plan de retirada del buque para minimizar cualquier impacto adicional en el arrecife y el sensible entorno marino circundante”, agregó.

De acuerdo con la Guardia Costera, personal de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y del Servicio de Pesca y Vida Silvestre federal revisan el plan propuesto por el propietario, que consistiría de utilizar bolsas de aire y rodillos para levantar la embarcación.

Posteriormente, el yate será trasladado al norte, donde se completarán los trabajos de parcheo necesarios antes de que pueda ser remolcado a un destino donde puedan completarse todas las reparaciones.

La Guardia Costera indicó que el agua que ha entrado al yate está contenida y no representa una amenaza inmediata.

“La embarcación permanece estabilizada con anclas para mantenerla en su sitio, y el propietario está equipado con una lancha neumática en caso de evacuación”, detalló la Guardia Costera.

Agregó que personal del DRNA realizó una evaluación inicial del arrecife afectado, mientras que la NOAA presentó una Consulta de Emergencia de la Sección 7 conforme a la Ley de Especies Amenazadas.

Según la Guardia Costera, en la zona de arrecifes del encallamiento, hay tres especies de coral catalogadas como especies protegidas. Además, la zona está identificada como hábitat de tortugas marinas y manatíes.