Como si se tratase de una película de terror, unos individuos intentaron ayer, lunes, enviar dos osamentas presuntamente humanas al estado de Florida a través de un correo privado, ubicado en el edificio 404 de la calle Hangar en el municipio de Aguadilla.

Según el informe preliminar emitido por la Policía, los dos sujetos llegaron a las oficinas de FedEx con la intención de hacer el envío. Acto seguido, uno de los sujetos compró “cinta adhesiva, una bolita plástica y cogió una caja” para preparar el paquete.

Posteriormente, ambos sujetos salieron al área del estacionamiento y luego entraron nuevamente a las instalaciones del correo privado. Allí, le indicaron a la empleada que querían enviar el empaque que tenía en su interior un “uniforme de karate”.

Sin embargo, la empleada sospechó debido a que sintió un fuerte olor a perfume. Por tal razón, otra empleada de seguridad colocó el paquete en una máquina de rayos X, “donde observó dos cráneos y huesos”, que estaban “empacados individual en fundas plásticas”.

Ante tal macabro hallazgo, las empleadas notificaron al Negociado de la Policía a las 2:55 p.m. Hasta la escena llegaron agentes del Precinto San Antonio y la División de Homicidios de Aguadilla, indica el informe.

Como parte de la investigación, las dos osamentas fueron ocupadas y transportadas hasta el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) para el debido análisis.

De hecho, el ICF confirmó que recibió las dos osamentas, que “serán evaluadas por patólogos y se les realizará el análisis antropológico correspondiente”.

“Mediante el análisis antropológico se puede conocer edad aproximada, sexo, el hallazgo de posibles traumas y determinar si son restos provenientes de cementerio o que requieren investigación forense”, concluyó.

Cabe destacar que, el ICF cuenta con el “FARO Laser ScanARM”, una herramienta tecnológica que se usa para realizar reconstrucción facial y análisis de trayectoria de proyectiles en restos óseos.

Este equipo permite una identificación más rápida de cadáveres que se encuentran en estado avanzado de descomposición y que no pueden ser reconocidos mediante métodos convencionales.

Este caso es investigado por el agente Editor Martínez Pérez, supervisado por el teniente Orlando Adames Cardona, adscrito al Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Aguadilla.

Mientras, el fiscal José Rivera Loperena, adscrito al Departamento de Justicia, fue asignado al caso.