Ante el acostumbrado aumento en las intervenciones por embriaguez durante la época festiva, el Negociado de la Policía implantó desde la semana pasada su ofensiva para reducir el total de fatalidades reportadas por conductores ebrios, que ya sobrepasan 60 en lo que va de año.

“Tengo que decirte que este mes es el que más gente pierde la vida en el año. Diciembre es un mes de bastantes fatalidades en las carreteras, por lo tanto, nosotros tenemos que duplicar las intervenciones en las carreteras para evitar eso”, resaltó el inspector José González Montañez, director de la División de Patrullas de Carreteras de la Policía, vía telefónica con El Nuevo Día.

Al igual que en los pasados años, la Uniformada activó su plan de intervención, que incluye tener a cerca del 95% del personal en la calle, en turnos de 12 horas, y más “intervenciones directas” a los conductores.

En lo que va de año –hasta el 23 de diciembre–, la Policía ha reportado 5,238 intervenciones por embriaguez, de las cuales hubo 3,437 pruebas de aliento positivas y 1,388 negativas, 369 análisis de sangre y cinco pruebas de campo de sobriedad (SFST, en inglés). La cifra de 5,238 intervenciones supone 308 menos en comparación con 2023 (5,546), según datos suministrados.

Además de aumentar las intervenciones directas –los llamados “bloqueos”– y el personal en la calle, González Montañez indicó que han reforzado los turnos de la noche, pues las estadísticas muestran que los choques fatales por conductores borrachos ocurren con más frecuencia en ese período.

Agregó que el plan se mantendrá activo, al menos, hasta que finalicen las Fiestas de la Calle San Sebastián, conocidas como las SanSe, evento que marca el fin de la Navidad en Puerto Rico, y el cual es asociado a un alto consumo de alcohol.

“Tenemos las manos llenas. Tenemos el período navideño, la toma de posesión de la gobernadora, la toma de posesión de la Cámara (de Representantes) y Senado, y después seguimos con las Fiestas de la Calle San Sebastián (del 16 al 19 de enero). Después de las Fiestas, ahí vamos modificando el plan de acuerdo a los resultados que vamos obteniendo”, comentó.

Los actos de toma de posesión y las SanSe se llevarán a cabo en San Juan, donde el Municipio activó su propio plan de seguridad, que se extenderá hasta el 6 de enero (Día de Reyes) y que incluye servicios de vigilancia preventiva en la Placita de Santurce, donde se instalaron cerca de 30 cámaras de seguridad y cuatro “call boxes” que permiten a los ciudadanos alertar de inmediato a las autoridades en caso de emergencia. Además, el ayuntamiento informó que está en marcha la elaboración del plan de seguridad para la celebración de los 55 años de las concurridas SanSe.

Por su parte, González Montañez hizo un llamado a la ciudadanía a no conducir en estado de embriaguez para evitar tragedias en las carreteras. “Cuando ese conductor ebrio sale a la calle, es como una bala perdida, nosotros no sabemos a quién va a impactar”, puntualizó.

“Las fiestas son para disfrutarlas, pero cada persona es responsable de sus actos. Independientemente la cantidad de policías que tenga en la calle, tenemos que tener la ayuda del comerciante que ve una persona que va a conducir y le sigue dando tragos o lo deja ir. Tenemos que crear conciencia sobre el que invita a una persona a su casa, y sabe que esa persona está conduciendo y se va a ir bajo los efectos de bebidas embriagantes. Eso es un problema que es de conciencia”, aseveró.

La Ley de Vehículos y Tránsito de Puerto Rico (Ley 22 de 2000) establece que es ilegal que cualquier persona de 21 años o más conduzca “cuando su contenido de alcohol en su sangre sea de 0.08% o más”. En el caso de personas entre los 18 y 20 años, o conductores de camiones, motocicletas, ómnibus escolares, vehículos pesados de motor o vehículos todoterreno, las autoridades intervienen cuando el contenido de alcohol en la sangre es de 0.02% o más.

Las penas por conducir ebrio varían, desde la asistencia compulsoria a programas de orientación y la suspensión de la licencia de conducir, hasta multas y días o años de cárcel, según la gravedad del caso.