En el bajo mundo tiene múltiples nombres, como “tranquilizante para gatos”, “Special La Coke”, entre otros
En el bajo mundo tiene múltiples nombres, como “tranquilizante para gatos”, “Special La Coke”, entre otros
24 de diciembre de 2024 - 11:35 AM
La ketamina, considerada como una “droga de fiesta”, es un “anestésico disociativo que tiene algunos efectos alucinógenos” capaces de distorsionar la percepción de la vista y el oído de las personas que la consumen.
Así lo advierte la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés), en su plataforma digital, donde aborda los peligros de la potente droga que puede hacer que el “consumidor se sienta desconectado y sin control”.
De hecho, la agencia federal destaca que se le conoce como un “alucinógeno anestésico disociativo” porque hace que los pacientes se sientan separados de su dolor y su entorno, pero esconde múltiples efectos secundarios.
“La ketamina puede causar efectos secundarios no deseados como: agitación, depresión, dificultades cognitivas, pérdida del conocimiento y amnesia”, agrega la DEA sobre los efectos de la droga.
Además, la droga, que tiene múltiples nombres en la calle, puede provocar “movimientos oculares rápidos involuntarios, pupilas dilatadas, salivación, secreción de lágrimas, rigidez de músculos y náuseas”.
Según el Centro Nacional de Inteligencia Antidrogas de los Estados Unidos (NDIC), la ketamina “es un anestésico del que se abusa por sus propiedades alucinogénicas”.
“Su principal uso legítimo es como anestésico veterinario; sin embargo, se ha aprobado su empleo tanto en animales como en seres humanos”, agrega el NDIC.
El abuso de la droga ganó popularidad cuando los usuarios descubrieron que producía efectos semejantes a los de la fenciclidina (PCP), cuyo empleo en seres humanos se descontinuó porque causaba agitación, delirio, e irracionalidad en los pacientes.
“Dadas sus propiedades anestésicas, se informa que la ketamina también la usan los agresores sexuales para incapacitar a sus presuntas víctimas”, alerta el NDIC.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) detalla que el clorhidrato de ketamina (conocida comúnmente como ketamina) es una sustancia controlada de la Lista III que está aprobada por dicha agencia solo como “solución inyectable intravenosa o intramuscular para la inducción y el mantenimiento de la anestesia general”.
La agencia advirtió que la ketamina no está aprobada para el tratamiento de ningún trastorno psiquiátrico.
“La FDA sabe que se han comercializado productos compuestos de ketamina para una amplia variedad de trastornos psiquiátricos (por ejemplo, depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático (TEPT) y trastorno obsesivo-compulsivo); sin embargo, la FDA no ha determinado que la ketamina sea segura y eficaz para dichos usos”, dijo la agencia en 2023.
De acuerdo a los datos publicados por el NDIC, adscrito al Departamento de Justicia federal, la ketamina ha ganado popularidad en las calles en los últimos años por usos no autorizados, lo que preocupa a las autoridades.
“La ketamina se vende por lo general en forma de líquido incoloro e inodoro, o como polvo de color blanco, o blanquecino”, agrega el NDIC.
El mencionado centro detalló que la ketamina se mezcla con las bebidas o se añade a materiales para fumar como marihuana o tabaco. “En forma de polvo, la droga se aspira, o se comprime en forma de tabletas, y a menudo se consume en combinación con otras drogas. En su forma líquida, la ketamina a menudo se inyecta por vía intramuscular”, especifica el NDIC.
Según la Red de Advertencia sobre el Abuso de Drogas, esta droga es consumida por adolescentes y jóvenes.
La ketamina causa “distorsión en las percepciones visuales y sonoras de los usuarios y les hace sentir desconectados y fuera de control”, dice el NDIC, quien advierte que “el uso de la droga puede trastornar los sentidos, el juicio, y la coordinación durante un lapso de hasta 24 horas luego del consumo de la droga, si bien sus efectos alucinogénicos normalmente duran entre 45 y 90 minutos solamente”.
No obstante, el uso de la droga se asocia a problemas graves, tanto físicos como mentales.
El NDIC advierte que la ketamina puede “causar depresión, delirio, amnesia, trastornos de las funciones motoras, presión arterial elevada, y problemas respiratorios potencialmente mortales”.
Además de los riesgos asociados con la propia droga, las personas que la usan pueden exponerse al riesgo de agresiones sexuales.
“Se informa que los agresores sexuales han usado la ketamina para incapacitar a sus presuntas víctimas, ya sea mezclándola con las bebidas de las víctimas desprevenidas u ofreciéndola a las víctimas que consumen la droga sin comprender los efectos que producirá“, agrega.
Los nombres más comunes de la ketamina son K, special K, cat valium, y vitamin K. No obstante, también se le conoce como green k, honey oil, jet, ket, kit kat, purple, special la coke, super acid y super c, detalla el NDIC.
De igual manera, la DEA advierte que también se le llama tranquilizante para gatos, jet k, super k y vitamina k.
“Una sobredosis puede causar pérdida de conocimiento y una respiración peligrosamente lenta”, alerta la DEA.
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