La sargento Carmen Laura Molina González se encontraba descansando en su residencia la noche del pasado 14 de septiembre cuando de repente escuchó un ruido en la calle Pedro Goico frente a su casa en Toa Baja. La soldado boricua no tardó en salir de su residencia y, al acercarse a la escena, se topó con un accidente de tránsito que involucró a dos personas a bordo de una motora y un vehículo.

De acuerdo con la Policía, un hombre de 44 años transitaba en una Toyota Highlander por la mencionada vía cuando realizó un viraje, siendo impactado con la parte frontal de una motora que era conducida por Kevin M. Rentas, de 25 años. En la motocicicleta, también viajaba Dacheica Marrero.

Tras el impacto, Rentas y Marrero cayeron al pavimento y resultaron con heridas, por lo que fueron trasportados a una institución hospitalaria. Sin embargo, previo a esto, el conductor de la motora fue asistido por la sargento Molina González, quien, ante la escena, puso en práctica su entrenamiento militar.

“A las 10:00 p.m. estaba en mi casa y escuché un accidente. Mi hermana Nerivette inmediatamente llamó al 911. Salí a ver qué pasaba y vi a dos personas tiradas en el asfalto, una de ellas con una fractura en el brazo expuesta y sangraba abundantemente”, dijo Molina González en declaraciones escritas.

“Volví corriendo a la casa, agarré un torniquete militar que tenía en mi uniforme, regresé al accidente y lo apliqué en el brazo del señor. El sangrado se detuvo hasta que llegó más tarde la ambulancia”, añadió la soldado, quien permaneció en el lugar hasta que el paciente fue trasladado a un centro hospitalario.

Molina González es especialista en Administración de Pacientes y está asignada a la 335 Compañía Médica de Apoyo de Área, del Batallón Médico Multifuncional 49.

Tras asistir en este incidente, la soldado reflexionó sobre cómo el servicio militar prepara a las personas para actuar rápidamente cuando sea necesario.

“El entrenamiento militar puede ayudarnos como ciudadanos con la disciplina y el conocimiento que se adquiere. Nunca se sabe cuándo podemos enfrentar situaciones muy complicadas. Estar en la Reserva del Ejército nos ayuda a estar preparados para lo inesperado. Si no fuera por mi entrenamiento militar, yo no hubiera podido ayudar a ese ciudadano”, expresó Molina González.

“Estos son los momentos en los que doy gracias a Dios por ser soldado. Gracias a la formación que he recibido siento que tengo el valor de afrontar situaciones que de otra manera no hubiera hecho”, agregó.

Según la Uniformada, Rentas se encontraba en condición de cuidado mientras que Marrero estaba estable.