

5 de marzo de 2025 - 1:25 PM
Las autoridades siguen tras el rastro de los individuos que intentaron, en la tarde del lunes, enviar unas osamentas humanas y perfumadas al estado de Florida a través del correo privado de FedEx, en Aguadilla.
Actualmente, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, en inglés) colabora en la pesquisa del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Aguadilla, adscrito a la Policía estatal.
“Estamos colaborando con la investigación. Estamos dándole apoyo a la Policía sobre ese hallazgo”, confirmó la oficial de prensa de HSI en Puerto Rico, Sandra Colón, en declaraciones a El Nuevo Día.
Mientras, el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), continúa con el análisis antropológico crucial para conocer edad aproximada, sexo, traumas y determinar si son restos provenientes de un cementerio.
Tras una petición de este medio, la compañía Fedex confirmó, por su parte, que el “paquete sospechoso” se detectó en uno de los FedEx Ship Centers en Aguadilla.
“Al descubrir lo que parecían ser restos humanos, las autoridades locales fueron notificadas de inmediato y ahora están investigando. Estamos cooperando plenamente con la investigación”, dijo la empresa.
Mientras la investigación policial y los análisis forenses continúan su curso, hay muchas personas que especulan sobre los motivos detrás del macabro hallazgo que no ha pasado desapercibido en la isla.
¿Será un acto de venganza, una práctica ritualista o un intento de una persona por trasladar los restos de unos seres queridos hacia los Estados Unidos?
“No recuerdo otro caso similar en este momento, lo cual no quiere decir que no lo haya”, dijo a El Nuevo Día el profesor de Justicia Criminal en la Universidad Interamericana en Ponce, José Raúl Cepeda.
Por su experiencia, Cepeda no cree que este caso esté relacionado con el narcotráfico, sino con alguna práctica antropológica poco común de gente que se quiere llevar los restos de sus seres queridos para enterrarlos en donde viven actualmente.
“Me parece más probable por el método. En el caso del narcotráfico, primero, no me imagino quien quiera llevar una venganza a este nivel. Tampoco me sorprendería porque hay una influencia en Puerto Rico con México, que siempre ha estado, pero que se hace más notable por los medios de comunicación en las últimas décadas”, indicó Cepeda.
En ese contexto, explicó que, en México, por la cultura de la muerte, es más común este tipo de cosas, específicamente, “que se manipulen los restos y que, incluso, se desplieguen los restos como una manera de llevar el mensaje. Eso no es que no ocurra, pero es bien raro en Puerto Rico”.
“En Puerto Rico, no llegamos a ese nivel. Culturalmente, no manipulamos los restos ni de los amigos ni de los enemigos. Sin embargo, en la historia de Puerto Rico, sí ha habido traslado de cementerios, exhumaciones y movimientos a otros lugares”, dijo.
Sin embargo, afirmó que estas prácticas han ido cayendo en desuso, por lo que le toma por sorpresa este hallazgo. “Esto no es tan común. Este es un acto extraordinario y fuera de lo común”, mencionó Cepeda, en entrevista telefónica con este medio.
De acuerdo al informe preliminar, unos individuos llegaron a las oficinas de FedEx con la intención de hacer el envío. Acto seguido, uno de los sujetos compró “cinta adhesiva, una bolita plástica y cogió una caja” para preparar el paquete.
Posteriormente, los sujetos salieron al área del estacionamiento y luego entraron nuevamente a las instalaciones del correo privado. Allí, le indicaron a la empleada que querían enviar el empaque, que tenía en su interior un “uniforme de karate”.
Sin embargo, la empleada tuvo sospechas debido a que sintió un fuerte olor a perfume. Por tal razón, otra empleada de seguridad colocó el paquete en una máquina de rayos X, “donde observó dos cráneos y huesos”, que estaban “empacados individual en fundas plásticas”.
Ante el hallazgo, el director del CIC de Aguadilla, inspector Eduardo Rivera González, dijo a este medio que estaban realizando entrevistas y verificando grabaciones de cámaras de seguridad.
Rivera González confirmó que, como parte de la investigación, se indaga si las osamentas podrían corresponder a personas reportadas como desaparecidas o, incluso, que sean restos cuyas tumbas hayan sido profanadas.
“Estamos corroborando también, como parte del proceso, no tan solo en Aguadilla, sino a nivel de toda la isla, si hay alguna profanación de alguna tumba en cementerios y demás. Esos son ángulos que estamos cubriendo para determinar”, concluyó.
Precisamente, Cepeda opinó que es curioso que los restos se intentaran enviar a Florida porque en las últimas décadas el grueso de la migración de puertorriqueños ha sido hacia ese estado.
Por ende, a su entender, el hecho de que intentaran enviar las osamentas a Florida responde a esos patrones de migración que están ocurriendo.
“Me atrevería a pensar que más tiene que ver con alguna práctica de corte ritualista que a un acto de venganza o crimen violento”, sostuvo.
“En el caso de los crímenes violentos, como regla general, tú quieres desaparecer la evidencia y no transportada a otro lado. Este intento especifico de mandarla por correo privado, pues es curioso y me apunta más, desde el punto de vista sociológico, al hecho de tener familiares cercanas”, dijo.
Añadió que, si hubiese algún delito, podría ser por profanación de tumbas y no por una nueva modalidad criminal de enviar mensajes a enemigos.
“Lo que pasa en particularmente en México, el tipo de violencia que despliegan contra los restos y la manipulación de los restos, es algo muy particular de su cultura que en la nuestra no está presente. Pero, repito, muchas veces en criminología y sociología ocurren imitaciones. O sea, imitar acciones porque vi o escuché que otros lo hacen. No quisiera que llegáramos a ese nivel”, puntualizó el profesor.
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