Un jurado declaró culpable este viernes a Lionel Albino Galindo, un pastor de 52 años de Vega Baja, por seis cargos cargos de explotación y pornografía infantil, informó la Fiscalía federal para el Distrito de Puerto Rico.

El juicio, que se extendió por cinco días, fue presidido por la jueza de distrito federal María Antongiorgi Jordán.

Albino Galindo fue declarado culpable de un cargo de coerción e incitación a un menor, otro cargo de transportación de un menor con la intención de participar en una actividad sexual delictiva, un cargo de explotación sexual infantil, un cargo de recibir pornografía infantil, otro cargo de posesión de pornografía infantil y uno de transferencia de material obsceno a un menor.

Durante el juicio, el Magisterio Público argumentó que Albino Galindo, a sabiendas, transportó a una menor de 13 años para participar en actividades sexuales en varias ocasiones. El acusado también recibió pornografía infantil de la menor y él, a su vez, le envió material obsceno.

Albino Galindo podría enfrentar una pena mínima obligatoria de 10 años a cadena perpetua por coerción, incitación y transporte de un menor para participar en una conducta sexual ilícita, mientras que, por el cargo de explotación sexual infantil, podría recibir una pena mínima obligatoria de prisión de entre 15 a 30 años.

Asimismo, por posesión de pornografía infantil y transferencia de material obsceno a un menor, enfrenta una pena de hasta 10 años, y una pena de cinco a 20 años de prisión por recibir pornografía infantil.

La Fiscalía federal indicó que todos los cargos conllevan una pena de libertad supervisada de no menos de cinco años.

La vista de lectura de sentencia se celebrará el 10 de junio, desde las 9:30 a. m., y Antongiorgi Jordán ordenó la detención de Albino Galindo hasta la celebración de la vista.

Según documentos judiciales, desde febrero de 2024 hasta el 19 de marzo de 2024, Albino Galindo explotó sexualmente a una menor de 13 años. El hombre utilizó un teléfono celular y servicios de mensajería instantánea para persuadir, inducir, seducir y coaccionar a sabiendas a una menor a participar en actividades sexuales, lo que incluye la producción de pornografía infantil.