Kevin J. Pérez Oquendo, imputado de agredir a una mujer, de 83 años, y a su hija, de 53, en la mañana del 4 de febrero, cerca de una panadería en la calle 30 de la urbanización Américo Miranda, en San Juan, será sometido a una evaluación de capacidad mental bajo la Regla 240 para determinar su procesabilidad.

La información fue confirmada a El Nuevo Día por la Oficina de la Administración de los Tribunales (OAT), luego de que se suspendiera el inicio de la vista preliminar que estaba pautada para comenzar este martes, a las 8:30 a.m., en la sala 605, ante la jueza superior Joie Lin Laó Meléndez, del Tribunal de San Juan.

La audiencia fue suspendida ya que Pérez Oquendo, de 34 años y vecino de Guaynabo, no fue traído al mencionado centro judicial debido a que se encuentra ingresado en el Centro Médico Correccional para recibir tratamiento para su condición de salud mental, según se informó en la sala judicial.

Así las cosas, Laó Meléndez señaló para el 4 de marzo una vista para la evaluación del imputado. Mientras, el 6 de marzo, será la vista de procesabilidad ante el juez Rafael Taboas. Una vez culmine esta vista, se llevará a cabo un status conference ante Laó Meléndez, jueza a cargo de la vista preliminar, dijo la OAT.

Las vistas al amparo de la Regla 240 de Procedimiento Criminal se llevan a cabo cuando el tribunal tiene evidencia, y la defensa alega, entre otras cosas, que el imputado o acusado está mentalmente incapacitado, no es capaz de comprender el proceso y colaborar con su defensa como consecuencia de alguna condición.

A esos fines, la jueza o juez que tiene asignado el caso debe señalar una vista para determinar el estado mental y/o funcional del acusado. Una vez se señala esta vista, de acuerdo a la Regla 240, el tribunal designará uno o varios peritos para que examinen al acusado y declaren sobre su estado mental y/o funcional.

“Si como resultado de la prueba el tribunal determinare que el acusado está mentalmente y/o funcionalmente capacitado, continuará el proceso. Si el tribunal determinare lo contrario, podrá ordenar la reclusión del acusado en una institución adecuada”, establece la Regla 240 del Procedimiento Criminal.

Mientras avanza el proceso de evaluación bajo la Regla 240, las víctimas, que llegaron hoy hasta el Tribunal de San Juan, exigen que se les haga justicia.

“Yo lo perdonaría, pero, lamentablemente, tiene que ir el proceso”, dijo una de las víctimas, identificada como Analfi, en declaraciones a Telemundo.

“El golpe más grande fue él que me dio aquí (en la cabeza), como para noquearme. Yo pensé que se había equivocado. Fue lo que yo pensé, pero cuando pasé por abajo, él como que me puyó (me cortó) por acá, pero con la adrenalina uno no se da cuenta”, agregó.

“Después que yo paso, que veo que él ataca a mami, yo voy otra vez y lo empujo, y él me ataca acá (en el brazo). Todavía tengo aquí (el moretón)”, dijo.

Pérez Oquendo enfrenta cargos por los delitos de tentativa de asesinato, Ley de Armas, empleo de violencia o intimidación contra la autoridad pública y maltrato a persona de edad avanzada contra, por los mencionados hechos que quedaron captados en una grabación que se volvió viral en las redes sociales.

De acuerdo con la investigación de las autoridades, se alega que, en horas de la mañana del 4 de febrero, Pérez Oquendo salió molesto de la residencia de un familiar, cerca del lugar de los hechos.

“Mientras el imputado caminaba por el lugar antes mencionado, allí visualizó a dos mujeres que se prestaban a montarse en un vehículo de motor. Pérez Oquendo sin mediar palabras utilizando sus manos agredió a una mujer de 53 años que se encontraba en la parte posterior del vehículo y luego de agredirla sacó una navaja y continuó agrediéndola”, dice el reporte emitido por la Uniformada.

Posteriormente, se alega que también agredió a la mujer de 83 años, madre de la primera víctima, quien se encontraba en el área de la puerta del pasajero.

Las mujeres fueron socorridas por un agente de la Policía estatal, adscrito al Precinto de Santurce, quien se dirigía a su turno de trabajo, “y al ver y presenciar los hechos intervino con el agresor, donde rápidamente lo puso bajo arresto”.

Las perjudicadas fueron transportadas a una institución hospitalaria, donde la víctima de 53 años presentaba heridas de arma blanca en el área de la boca, traumas en la cabeza y abrasiones en las piernas y brazos. Mientras, la octogenaria sufrió heridas en los brazos, espalda y traumas en varias partes de su cuerpo.

Tras examinar la prueba contra el imputado, el juez Ángel D. Rivera Miranda, del Tribunal de San Juan, determinó causa para arresto y señaló una fianza de $1,200,000 dólares, la cual no prestó, siendo ingresado en el complejo correccional en Bayamón.