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Agentes federales hallaron cocaína y un arma de fuego en la casa de turista acusada por incendiar negocios en Cabo Rojo

La Fiscalía federal solicitó que no se le permita salir bajo fianza hasta que enfrente juicio

17 de enero de 2025 - 11:41 AM

El fuego destruyó todo el negocio. (Facebook) (Facebook)

Agentes federales ocuparon cocaína y un arma de fuego en la casa de Danielle Bertothy, la turista acusada por el incendio que afectó varios negocios en Cabo Rojo.

Así lo reveló la Fiscalía federal en una moción radicada este jueves, en la que solicitó que no se le permita salir bajo fianza. Bertothy compareció hoy, viernes, a su vista inicial en el Tribunal para el Distrito Este de Missouri.

La minuta de la comparecencia inicial presidida por la magistrada Noelle C. Collins, disponible en el expediente electrónico del caso federal, reveló que Bertothy renunció a la vista de identidad (para establecer la identidad de la persona acusada) y que su abogado, Justin Gelfand, solicitó que la vista de detención también se celebrara en Missouri. El Ministerio Público no se opuso y Collins accedió, por lo que la vista se llevará a cabo el 22 de enero.

En la minuta se indicó que Bertothy fue colocada bajo custodia al finalizar la vista inicial.

Estas fueron algunas de las fotos incluidas por la Fiscalía federal en una moción radicada en el Tribunal Federal en San Juan.
Estas fueron algunas de las fotos incluidas por la Fiscalía federal en una moción radicada en el Tribunal Federal en San Juan. (Captura)

“La acusada fue informada de sus derechos e indicó que los entendía”, resaltó la minuta.

Lo que dice la Fiscalía federal

Aunque la acusada no confesó, el documento de la Fiscalía federal radicado en Puerto Rico reveló que le dejó saber a la policía en Missouri que había hecho “algunas cosas que no eran propias de ella”.

“La prisión preventiva es apropiada aquí porque la acusada vertió gasolina y prendió fuego a un bar, tienda, restaurante y hotel con aproximadamente 20 huéspedes el día después de Año Nuevo, poniendo en peligro la vida de numerosas personas antes de huir del Distrito de Puerto Rico”, sostuvo la Fiscalía en la moción firmada por la fiscal Corinne Cordero Romo.

La fiscal añadió que “numerosos factores favorecen la detención, incluyendo la naturaleza y circunstancias del delito imputado, el peso de la evidencia (que incluye videos de la acusada con un contenedor de gas en el bar poco antes del incendio y caminando hacia el incendio donde permanece hasta que se enciende el fuego) y el peligro para la comunidad”.

“Además, este caso implica un riesgo grave de que la acusada se fugue, particularmente considerando que enfrenta un cargo criminal con un mínimo obligatorio de 5 años de prisión y un máximo de 20 años y que salió de Puerto Rico poco después del incendio (abandonando su Airbnb más de una semana antes del final de su reservación)”, afirmó.

En un informe preliminar, la Policía detalló que el incendio en el negocio Luichy’s Seaside Hotel, ubicado en la carretera 3301 del sector El Combate en Cabo Rojo, se reportó durante la madrugada del jueves.

Las autoridades recibieron una llamada a través del Sistema de Emergencias 9-1-1 alertando de la situación. Luego, personal del distrito policíaco se movilizó al lugar y los bomberos del área de Boquerón extinguieron el siniestro.

Las pérdidas en el hotel Luichy’s Seaside Hotel se estimaron en cerca de $500,000.

Bertothy fue arrestada el jueves, 16 de enero, en su residencia en Missouri por agentes del Negociado de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF). Fue acusada por un gran jurado por un cargo de causar un incendio en un negocio que afectó el comercio interestatal.

En la jurisdicción federal no existe el derecho a la libertad bajo fianza, mientras que el Ministerio Público tiene que justificar la determinación del rechazo en caso de que sea solicitada por la persona acusada, por lo que Cordero Romo incluyó en la moción un relato de los hechos que le atribuyen a Bertothy para demostrar que es un riesgo de fuga y de peligro para la comunidad.

Indicó que el incendio, notificado por múltiples llamadas a eso de las 12:40 de la madrugada del 2 de enero, ocurrió cuando 15 cuartos del Luichy’s Hotel estaban ocupados con huéspedes que dormían.

“Todos fueron evacuados sin que se produjeran pérdidas de vida. Sin embargo, el incendio destruyó todo el edificio con sus cuatro negocios”, apuntó la moción.

Relató que, previamente, a las 8:30 de la noche del 1 de enero, Bertothy llegó al Bar Marea Restaurant. Según testigos, ya estaba ebria y ordenó varias bebidas, pero “comenzó a comportarse de manera agresiva”, por lo que “los dueños le pidieron que se fuera, pero ella se negó”.

Contó que policías municipales la acompañaron a una residencia de alquiler a corto plazo que obtuvo mediante el servicio Airbnb ubicada al cruzar la calle, pero regresó 20 minutos después, cuando estaban cerrando el negocio.

“Esta vez, la acusada actuó de forma más agresiva, por lo que se volvió a llamar a la policía. Finalmente, se marchó sola”, añadió la fiscal, destacando la vestimenta observada por los testigos.

Señaló que vídeos de cámaras de seguridad del área muestran a una mujer con esa misma ropa cargando un contenedor rojo usado por ley para transportar combustible gasolina, “en una conducta que es consistente con echar el líquido en el Bar Marea aproximadamente a las 12:25 de la madrugada, cuando estaba cerrado”.

Acto seguido, junto a esa persona “un fuego es observado comenzando”. Entonces, la persona “rápidamente se va de Bar Marea”. Poco después se ve a alguien con la misma apariencia de la acusada caminando por el restaurante Marinera, en dirección hacia su Airbnb.

Según la moción, empleados del negocio identificaron a Bertothy en los vídeos de las cámaras de seguridad.

La fiscal reveló que la dueña del Airbnb le dejó a Bertothy un generador lleno con gasolina y un tanque con combustible adicional debido al apagón general que ocurrió el 31 de diciembre de 2024.

“La anfitriona identificó el contenedor rojo de gasolina en el vídeo como que tiene las mismas características que el que le dio a la acusada, e identificó a la persona que se ve en la grabación como la acusada”, expuso la moción.

Asimismo, resalta que a las 9:37 a.m. del día siguiente, la acusada “le pidió a una amiga en Puerto Rico coordinar con alguien para que la recogiera y la llevara al aeropuerto el mismo día”.

La fiscal calificó la movida de Bertothy como “improvisada”, pues rentó la residencia en Airbnb para quedarse del 30 de diciembre de 2024 hasta el 11 de enero de 2025 y no había hecho arreglos de transporte hasta ese momento.

Fotos incluidas en la moción de la Fiscalía federal solicitando que no se le permita a Danielle Bertothy salir bajo fianza en el caso por el incendio de varios negocios en Cabo Rojo.
Fotos incluidas en la moción de la Fiscalía federal solicitando que no se le permita a Danielle Bertothy salir bajo fianza en el caso por el incendio de varios negocios en Cabo Rojo. (Captura)

Un chofer la recogió a las 11:28 de la mañana y al parar en un restaurante de comida rápida en Cabo Rojo, fue captada por cámaras de seguridad vistiendo los mismos zapatos que tenía la persona que inició el fuego captada en el pietaje del día de los hechos.

De acuerdo con Cordero Romo, la acusada llegó al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín y se fue en un vuelo de Southwest Airlines. Bertothy finalmente llegó a St. Louis el 3 de enero.

Ese mismo día, agentes de la Policía de Saint Peters, Missouri, ya habían recibido alguna información sobre lo sucedido, por lo que fueron a entrevistarla.

Fue en ese momento que Bertothy “declaró que había estado en Puerto Rico y había hecho algunas cosas que no eran propias de ella”.

Aunque “no elaboró en lo que ella hizo”, sí “confirmó que ella estuvo en el bar ‘donde dicen que pasó algo’”.

“Afirmó, además, que no sabía si realmente había un incendio allí, a pesar de que se encontraba muy cerca del bar”, añadió la moción.

Posteriormente, agentes de ATF diligenciaron una orden de allanamiento el 7 de enero en su residencia, donde la mujer comenzó a “hiperventilar y llorar”, explicó el fiscal.

“Ella inmediatamente mencionó (sin que se le pidiera) que aún no había desempacado sus maletas de Puerto Rico”, abundó la moción, que incluyó una foto de la maleta con la etiqueta que las aerolíneas colocan en el equipaje.

Al momento de ejecutar el allanamiento, “la acusada también reveló que había cocaína en la casa”.

Más adelante, los agentes confirmaron que “Bertothy estaba en posesión de cocaína y un revólver rosa en su residencia. Los agentes notaron varias cajas de vino vacías y latas de cerveza vacías”.

La Fiscalía federal incluyó esta foto en una moción sobre el incendio de varios negocios en Cabo Rojo.
La Fiscalía federal incluyó esta foto en una moción sobre el incendio de varios negocios en Cabo Rojo. (Captura)

Con relación a los hechos que se le imputan, la fiscal resaltó que “durante la búsqueda se recuperaron varias piezas de vestir que coincidían con la ropa que llevaba la acusada en Bar Marea: una camiseta naranja, una gorra de camionero blanca y azul marino y sandalias negras”.

“Los agentes también ocuparon un vestido negro corto que coincidía con el que llevaba el pirómano en el vídeo. Un perro policía marcó este vestido como positivo para acelerante (combustible) y está pendiente de un análisis más detallado”, puntualizó.

Tras reseñar esta evidencia, Cordero Romo argumentó que Bertothy no debe estar en la libre comunidad hasta el juicio debido a su “total menosprecio por la seguridad de la comunidad”.

Señaló que “mientras la mesera del Bar Marea la atendía e intentaba controlar el comportamiento cada vez más agresivo de la acusada, la acusada declaró que ‘por eso los puertorriqueños son de la forma que son’”.

Para descartar cualquier argumento sobre un posible lapso de salud mental momentáneo, o sin consciencia, Cordero Romo planteó que su malicia se demuestra porque “concibió un plan para quemar el bar”.

“Se quedó en su Airbnb durante unas horas, tiempo suficiente para cambiarse de ropa y pensar las cosas. El resultado fue que horas después de la última vez que estuvo en el bar, cogió el contenedor de gasolina que tenía a su alcance y se dirigió al Bar Marea, al otro lado de la calle. Vertió gasolina por todo el bar, que era una estructura de madera, prendiéndole fuego.”, manifestó el fiscal.

“Parece que en ningún momento durante las horas que pasó en su Airbnb la acusada se detuvo a pensar en los daños y el riesgo de vida que sus acciones causarían. Su malicia va aún más allá, pues después de encender el fuego y dejar el contenedor de gasolina, volvió a salir para echar un segundo vistazo a su obra. Esta fue otra oportunidad para que se detuviera. En este punto, el fuego había crecido, pero no se había extendido a los demás negocios”, abundó. “Podría haber llamado al 9-1-1 para evitar más daños, pero no lo hizo. Simplemente regresó a su Airbnb y no hizo nada al respecto”.

Apuntó que su falta de historial criminal “combinado con su atroz acto de violencia por el que se le acusa, la convierte en un peligro mayor —no menor— para la comunidad”.

Expresó que su comportamiento violento es errático y, por su edad, no puede caracterizarse como una “indiscreción” de un joven.

“Dejar en libertad a la acusada bajo fianza equivale a jugar a la ruleta rusa, apostando en contra del peso de la evidencia en cuanto a que la acusada no tenga otro episodio violento que coloque en peligro la vida de otros”, afirmó.

Con relación a la posibilidad de fuga, la fiscal elaboró que en la mañana del día siguiente “la acusada sabía exactamente lo que estaba haciendo” cuando tomó “un vuelo rápido para evitar su captura”.

“Estas acciones demuestran su intención de evitar la justicia”, indicó. “Abordar ese vuelo probablemente fue un alivio, pensando que saldría de Puerto Rico como otra turista anónima, sin enfrentar las consecuencias de sus crímenes”.

Cordero Romo reconoció que la mujer se mantuvo en su casa en Missouri, pero “eso fue antes de que se diera cuenta de que lo que pasaba en Puerto Rico no se quedaría en Puerto Rico - y la iba a seguir a través de Estados Unidos”, y que ahora “enfrenta cargos criminales que conllevan una pena de cinco a 20 años” de prisión.

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