El juez Edwin Flores Sellés, del Tribunal de Caguas, sentenció a 129 años de cárcel a Roy George Karakozian, convicto por asesinar a dos hermanos frente a la Sala de Investigaciones del mencionado Centro Judicial, en hechos que se remontan a la tarde del 29 de agosto de 2023.

La información fue confirmada este miércoles a El Nuevo Día por el Departamento de Justicia, tras la vista de sentencia que se celebró en la Sala 302 del Centro Judicial de Caguas, donde la representación legal de Karakozian adelantó que estará apelando la condena.

Según los datos provistos, Karakozian fue sentenciado a 99 años en prisión por asesinato en primer grado, 30 años por violación a la Ley de Armas, 50 años por asesinato en segundo grado y 20 años por poner en riesgo la seguridad y orden público al disparar un arma de fuego.

Sin embargo, como el convicto tiene que cumplir una parte de su sentencia de forma concurrente y otra de manera consecutiva, en base al ordenamiento jurídico de Puerto Rico, Karakozian debe extinguir una condena que totaliza los 129 años en prisión.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 29 de agosto de 2023, cuando Karakozian asesinó a los hermanos Rosa Judith Calderón Pérez y Ángel Calderón Pérez debido a una pugna vecinal por la colindancia de un terreno ubicado en el barrio Guasábara, en Caguas.

Según lo que trascendió en el proceso de juicio, el día de los hechos, Karakozian salió del tribunal para buscar un dinero y documentos para su abogado, ya que a su esposa, Luz Pérez Martínez, había sido arrestada en medio de la controversia por el terreno.

Sin embargo, cuando regresó al tribunal, a eso de las 4:26 p.m., disparó contra los hermanos, un hecho que quedó captado en un vídeo del canal Telemundo debido a que los periodistas habían acudido al lugar como parte de la cobertura de otro caso.

Tras el incidente violento, Karakozian fue puesto bajo arresto y la Fiscalía de Caguas, el 30 de agosto de 2023, le formuló ocho cargos por asesinato, tentativa de asesinato, portar y disparar un arma de fuego ilegalmente y por disparar un arma de fuego en un lugar público.

Luego de examinar la prueba que le presentó la Fiscalía, la jueza Sonya Nieves, del Tribunal de Caguas, determinó causa para arresto en todos los cargos y le impuso a Karakozian una fianza de $2 millones, que no prestó, por lo que fue ingresado en una institución correccional.

A lo largo de la vista preliminar y la etapa de juicio, la Fiscalía buscó probar, teniendo como base la investigación del Negociado de la Policía, las declaraciones de testigos y las grabaciones de las cámaras de seguridad del tribunal, que Karakozian era responsable del doble asesinato.

Durante el juicio, Karakozian declaró, el 17 de julio del año en curso, que “estaba ciego de coraje y no recuerdo lo que pasó. No sé cómo sucedió. Sé que hubo disparos, pero la forma en que sucedió no lo sé. Mi cerebro no lo registra. Estaba desesperado”.

Posteriormente, con la ayuda de una intérprete, ya que solo habla inglés y árabe, reconoció que les había disparado mortalmente a las víctimas. Alegó que uno de los hermanos, específicamente Ángel, le indicó que, tras el arresto de su esposa, él iba a ser el próximo que sería detenido.

“A Ángel (le disparé). No tenía nada en contra de Rosa... (pero) ellos no estaban sentados tranquilamente en los bancos”, dijo Karakozian durante el contrainterrogatorio realizado por el fiscal Darío Vissepó. “No se toca a mi esposa”, agregó.

Ante esta respuesta, el fiscal le preguntó inmediatamente al acusado: “¿Cómo no se toca a su esposa y entonces usted le disparó a Ángel y Rosa?”. Sin embargo, Karakozian contestó que “no”, sin abundar más en su respuesta.

“(Ese día sentí que) perdí a mi esposa. Esa es mi otra mitad. Cuando nos casamos por la iglesia, levanté mi mano derecha y dije que esto era en las buenas y en las malas”, comentó Karakozian en su relato.

“Fue presión tras presión por más de un año (por la disputa vecinal). Perdimos nuestro dinero buscando justicia. Nos habían matado hasta nuestros animales... La familia Calderón destruyó todas las memorias de mi esposa con su abuela”, concluyó el convicto.

El 22 de julio de 2024, tras analizar toda la prueba que desfiló en el proceso de juicio, un jurado emitió un veredicto unánime de culpabilidad, que surgió unas horas después de que los miembros se retiraran a deliberar.