La sentencia fue dictada este jueves por el juez Ángel M. Llavona Folguera, del Tribunal de Ponce
La sentencia fue dictada este jueves por el juez Ángel M. Llavona Folguera, del Tribunal de Ponce
21 de noviembre de 2024 - 12:59 PM
El juez Ángel M. Llavona Folguera, del Tribunal de Ponce, sentenció a 99 años de prisión a Jiovan Francisco Ortiz Soto, convicto por asesinar y agredir sexualmente a su hija April Thais Ortiz Quiñones, de 2 años, en hechos ocurridos el 7 de julio de 2023 en Guayanilla.
Así lo confirmó este jueves a El Nuevo Día la Oficina de Prensa de la Administración de los Tribunales (OAT). Posteriormente, la condena también fue confirmada por el secretario del Departamento de Justicia, Domingo Emanuelli Hernández, en comunicado de prensa.
En la vista de sentencia celebrada en la sala 502, Llavona Folguera también le impuso a Ortiz Soto una pena de 62 años y seis meses de prisión por el delito de agresión sexual, así como otra de 62 años y seis meses por incesto, las cuales deberá cumplir de forma concurrente.
Esto significa que todas las penas se cumplen al mismo tiempo, por lo que la duración total de tiempo que el convicto pasará en prisión será igual a la duración de la pena más larga que, en este caso, son 99 años por el cargo de asesinato, según el ordenamiento jurídico.
“Finalmente se le hizo justicia a April, una niña inocente que debió ser protegida y amada por sus padres. Sin embargo, solo obtuvo la muerte, tras un patrón de maltrato y los actos más repudiables por parte de su propio progenitor, que generaron una conmoción colectiva. Reconozco el compromiso y la sensibilidad con que todo el equipo de fiscales y agentes de la Policía trabajó este caso de principio a fin”, dijo Emanuelli.
De acuerdo a la investigación policial, Ortiz Soto incurrió en un patrón de agresión sexual contra la menor desde diciembre del 2022 hasta el 7 de junio de 2023, cuando la agredió sexualmente y la golpeó en diferentes partes de su cuerpo. Los padres de la menor la trasladaron al Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) en Guayanilla y alegaron que se había caído de una cama.
Sin embargo, la niña llegó inconsciente y los doctores que la evaluaron señalaron que los golpes no eran compatibles con una caída. Posteriormente, fue declarada muerta en la institución hospitalaria.
Por estos hechos, la madre de la menor, Naiari Quiñones Rivera, se declaró culpable en un juicio separado, celebrado el año pasado, por cargos de maltrato por negligencia y omisión intencional, al amparo de la Ley para la Seguridad, Bienestar y Protección de Menores. La mujer fue sentenciada a cumplir un año de cárcel.
Las fiscales Natalia Zambrana y Natasha Muñoz, de la Unidad Especializada de Violencia Doméstica, Delitos Sexuales y Maltrato a Menores, junto a la fiscal de Distrito de Ponce, Marjorie Gierbolini Gierbolini, presentaron los testimonios de alrededor de nueve testigos, prueba pericial y documental, para demostrar más allá de duda razonable la culpabilidad del hoy convicto.
“La muerte de un infante provoca tristeza en todo el pais, pero cuando uno piensa que es su progenitor, quien es el llamado a protegerla, el que le causa a muerte, resulta aún más desgarrador. Mis respetos a las fiscales quienes lograron hacerle justicia a April”, expresó la jefa de fiscales, Jessika Correa González.
En noviembre del año pasado, la jueza Lourdes Gómez Torres declaró no ha lugar a una moción de supresión de evidencia, presentada por la defensa de Ortiz Soto, que pretendía evitar que su confesión se admitiera como prueba de la Fiscalía en el juicio.
La investigación estuvo a cargo del agente Francisco Meléndez Álvarez, del Cuerpo de Investigaciones Criminales, adscrito al Negociado de la Policía.
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