El magistrado federal Bruce J. McGiverin denegó la petición de libertad bajo fianza del trapero Angel Avilés Monzón, mejor conocido como Yovngchimi.

Después de evaluar la moción de la Fiscalía federal, y la respuesta de la defensa del artista urbano, McGiverin emitió una orden este lunes en la que determinó que Avilés Monzón permanecerá en prisión hasta el juicio.

El magistrado señaló en la decisión que por “evidencia clara y convincente” encuentra que “no hay condiciones o combinación de condiciones de libertad que razonablemente garantizarán la seguridad de cualquier persona y la comunidad”.

Además, McGiverin resaltó que “el peso de la evidencia” contra el acusado “es fuerte”.

Con relación a este aspecto, sostuvo que la Fiscalía federal “ofrece evidencia de la extracción del teléfono (celular)” que supuestamente demuestra que “el acusado disparó un arma automática desde la ventanilla del automóvil”.

Asimismo, expuso que su determinación tomó en consideración que el acusado tiene antecedentes penales, así como “participación en actividad criminal mientras estaba en probatoria, fianza o supervisión”.

McGiverin abundó que consideró “la naturaleza de las presuntas ofensas” y los “arrestos previos (de Avilés Monzón) por armas de fuego”.

“Los delitos instantáneos surgieron mientras el acusado se encontraba bajo supervisión en un programa de desvío”, afirmó.

Avilés Monzón fue arrestado el 28 de diciembre de 2024 en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín después de que un gran jurado emitió un pliego acusatorio el 12 de diciembre de 2024.

El artista urbano enfrenta dos cargos por posesión de armas de fuego alteradas ilegalmente para disparar de forma automática.

Sin embargo, documentos radicados por las autoridades federales lo vinculan con una organización de gangas narcotraficantes objeto de un operativo federal con 56 arrestados, de los cuales cinco se exponen a la pena de muerte por denuncias relacionadas al asesinato del policía Eliezer Ramos Vélez en abril de 2024.

Los documentos sostienen que Avilés Monzón, supuestamente, indicó que tenía una pistola Glock del principal acusado del otro caso, Víctor J. Pérez Fernández (“La Cone” y “Vitikin”). En las comunicaciones reseñadas, presuntamente, Avilés Monzón manifestó sus intenciones de dispararle a alguien.

“No me la dejes mucho qe wa [sic] matar a uno con ella”, sostiene un mensaje atribuido a Avilés Monzón. “Orita porpoco [sic] le doy a uno”, agregó. “Es que andaba en mi guagua personal”.

Avilés Monzón está representado por la exfiscal federal María Domínguez, mientras que el fiscal del caso es Joseph L. Russell.