OPINIÓN
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prima:Atletas, cromosomas y enamoramientos

Los gendarmes de la corrección política, que han salido a imponer el orden, decretan que a Jasmine Camacho-Quinn la van a mandar a Siberia por un ratito, para que aprenda que hay opiniones que no se pueden verter, escribe Mayra Montero

27 de marzo de 2022 - 11:40 PM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.
FILE - Pennsylvania's Lia Thomas waits for results after swimming the women's 200 freestyle final at the NCAA swimming and diving championships, Friday, March 18, 2022, at Georgia Tech in Atlanta. Republican governors of two states this week vetoed legislation to ban transgender players from girls' sports, but their decisions to buck the party's conservative wing could prove short-lived against a fired-up GOP base. (AP Photo/John Bazemore, File) (John Bazemore)

De los pocos debates legítimos sobre la idoneidad de que atletas transgéneros, nacidos varones, participen en competiciones contra otras mujeres deportistas, están los de la comunidad científica. No es un asunto de igualdad, tolerancia, derechos, y mucho menos política. Es un asunto puramente biológico. El cromosoma Y está presente en los varones, independientemente de las terapias y los sentimientos. Y sobre todo, en el caso de aquellos trans que han practicado deportes desde pequeños, es evidente que la estructura ósea, la masa muscular y muchos otros rasgos en su cuerpo les dan una ventaja sobre las mujeres.

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