
Opinión
Explica ideas y extrae conclusiones basadas en la interpretación de hechos y datos.
Todos estamos desesperados por los apagones. Y no de ahora. Esto empezó con el paso de María, cuando la desesperación se nos metió en los huesos. Desde el mal tiempo previo al gran huracán, el 15 o 16 de septiembre, la que esto escribe estuvo sin luz hasta el mes de enero, auxiliada por un humilde generador de gas, que se podía prender solo por unas horas. En esos meses acudía a la Redacción de este periódico para escribir estas columnas, pero mis proyectos literarios quedaron aparcados.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: