El día después no es el miércolesTiemblo de pensar que tendríamos que organizar guaridas de vacunación clandestinas, como hace un siglo con la Prohibición, cuando la gente se reunía en sótanos para bajar botellas de whisky del mercado negro, escribe Mayra Montero
El verdadero dilema que enfrenta un elector con respecto al candidato a la gobernación que favorece, no es el candidato en sí, sino la gente de su partido, o de su entorno, con la que está comprometido y que también aspira a puestos claves. En caso de derrota, como seguramente habrá notables derrotados, el gobernador electo tendrá que recoger a ciertos personajes que, por razón de haberlo apoyado, se convertirían en asesores suyos, jefes de agencias, o asumiran cualquier otra posición de mando.
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