Nuestro contrincante no es esa persona a quien estamos mirando, sino que nosotros mismos. Nuestra mente es la que crea esa voz que escuchas y te tortura, escribe Mariela Kury
Nuestro contrincante no es esa persona a quien estamos mirando, sino que nosotros mismos. Nuestra mente es la que crea esa voz que escuchas y te tortura, escribe Mariela Kury
¿Qué es un enemigo? La Real Academia Española define esta palabra como “sustantivo que se utiliza para nombrar a algo o alguien que resulta contrario o antagónico a uno mismo o a lo propio”. Es decir, que un enemigo es un contrincante ya sea en algún deporte, en el trabajo, en la escuela, etc. Sin embargo, en muchas ocasiones, nos equivocamos al determinar nuestro verdadero enemigo. A veces, miramos hacia el lado, y cuando vemos los éxitos que han tenido o las cualidades que poseen ciertas personas, nos descarrilamos. Nos salimos de nuestro camino porque creemos que hemos ganado un enemigo; una persona a quien le debemos ganar, pues queremos ser mejor que ellos. Cuando esto ocurre, nos bloqueamos y vivimos en una frustración constante. Lo que pocos saben es que, en este caso, nuestro contrincante no es esa persona a quien estamos mirando, sino que nosotros mismos. Nuestra mente es la que crea aquella voz que escuchas y te tortura al hacerte pensar que, solo porque no posees lo que tiene esa otra persona, no serás exitoso ni llegarás lejos.
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