Por lo menos desde los años 40, espacios como el Pulse en Orlando han servido como santuario y refugio para las personas LGBT. Solamente entrar en un espacio gay significaba un respiro del closet. Allí, los que habían sido rechazados por sus familias, amigos, comunidades o empleadores podrían encontrar una residencia temporal.
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Los bares gay son espacios de refugio y desafío
Allí, los que habían sido rechazados por sus familias, amigos, comunidades o empleadores podrían encontrar una residencia temporal