El futuro inmediato para la República Islámica no parece ser complicado. El liderato del país tratará de buscar una sucesión que le pueda dar seguimiento a las políticas de Ebrahim Raisi, escribe Carlos Ernesto Severino Valdez
El futuro inmediato para la República Islámica no parece ser complicado. El liderato del país tratará de buscar una sucesión que le pueda dar seguimiento a las políticas de Ebrahim Raisi, escribe Carlos Ernesto Severino Valdez
La muerte súbita de un jefe de Estado o de gobierno tiene como consecuencia el surgimiento de un clima de incertidumbres, todavía más si aquel funcionario pertenecía a la cúspide política de lo que podemos denominar como un peso pesado de la matriz geopolítica mundial. Pero si además esa figura de relieve político apenas algunas semanas previas a su súbita desaparición, había sido uno de los protagonistas de un intercambio militar que vulneró a un poderoso adversario por primera vez en su historia, entonces no resulta raro que surjan especulaciones de todo tipo. Por supuesto, me refiero al presidente Ebrahim Raisi, quien muere en un poco usual accidente de aviación cuando regresaba de una visita oficial de Estado a su vecino caucásico Azerbaiyán, al noroeste de Irán.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: