Más allá de este poco esperanzador panorama económico y social, es imperativo tomar en cuenta las dimensiones psicológicas y culturales de esta tendencia a renunciar, muchas veces voluntariamente, a una educación superior, escribe Eduardo Lalo
Más allá de este poco esperanzador panorama económico y social, es imperativo tomar en cuenta las dimensiones psicológicas y culturales de esta tendencia a renunciar, muchas veces voluntariamente, a una educación superior, escribe Eduardo Lalo
Desde el comienzo del segundo semestre del presente año académico, he compartido impresiones con profesores y administradores, tanto de la Universidad de Puerto Rico como de universidades privadas. La impresión que dejan estas conversaciones es desoladora. Colegas que he conocido por muchos años y cuyo compromiso con sus disciplinas y la formación en estas ha sido ejemplar y resistente a los difíciles avatares de la educación en nuestro país, expresan una desazón profunda.
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