La vocación de vida de la licenciada Fernós fue sin duda alguna la defensa de las mujeres, asegurar el respeto a sus derechos y brindarles las protecciones necesarias en ley, escribe Sila M. Calderón
La vocación de vida de la licenciada Fernós fue sin duda alguna la defensa de las mujeres, asegurar el respeto a sus derechos y brindarles las protecciones necesarias en ley, escribe Sila M. Calderón
Nunca olvidaré aquella primera entrevista con la licenciada María Dolores (Tati) Fernós en La Fortaleza a mediados del año 2001. En el mes de abril anterior se había aprobado la Ley Núm. 20 que creó la Oficina de la Procuradora de las Mujeres, uno de los compromisos en mi plataforma de gobierno. Cuando recibí a Tati en la Mansión Ejecutiva, para todos los efectos, me estaba estrenando como gobernadora.
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