Toca a los gobiernos, sobre todo aquellos elegidos democráticamente, escuchar el clamor popular, escribe Gabriel Méndez Sánchez
Toca a los gobiernos, sobre todo aquellos elegidos democráticamente, escuchar el clamor popular, escribe Gabriel Méndez Sánchez
El pueblo francés tiene la razón, esta reforma es injusta y dispensable. Después de tres días de huelgas y una masiva manifestación el sábado pasado, los sindicatos, los trabajadores y la opinión pública sigue estando mayoritariamente en contra. El gobierno, por su parte, se niega a escuchar y no logra convencer. El pequeño gran detalle de esta reforma que encrespa el debate y genera el rechazo popular es el aumento de 62 a 64 años en la edad del retiro.
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