La reciente orden ejecutiva de la administración del presidente Donald Trump para eliminar la ciudadanía por nacimiento en los Estados Unidos ha generado alarma en las comunidades inmigrantes, especialmente entre las diásporas latinoamericanas. Este derecho, protegido por la Decimocuarta Enmienda de la Constitución, garantiza que todas las personas nacidas en suelo estadounidense sean ciudadanos, independientemente del estatus migratorio de sus padres. Más allá de las implicaciones legales y políticas, esta medida tiene un impacto profundo en la salud mental de las familias latinas, en particular en comunidades vulnerables como la diáspora dominicana en Puerto Rico.
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