Ahora que Edna Shmidt ya no está en este plano, sigo viendo a esa mujer hermosa, elegante, profesional, inteligente, de verbo gentil y pausado, una verdadera joya del periodismo, escribe Lourdes del Río
Ahora que Edna Shmidt ya no está en este plano, sigo viendo a esa mujer hermosa, elegante, profesional, inteligente, de verbo gentil y pausado, una verdadera joya del periodismo, escribe Lourdes del Río
Desde que nos presentaron por primera vez, Edna Schmidt y yo conectamos por muchas razones. Primero por ser puertorriqueñas, un vínculo que a los boricuas nos une para toda la vida, segundo, porque, aunque nunca coincidimos allí, ambas trabajamos en el desaparecido Canal 24, WSJN, en San Juan, y tercero porque a ambas nos comentaban con frecuencia que nuestras voces eran muy similares, algo que siempre nos pareció muy simpático.
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