
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Ya han pasado nueve años desde que Donald Trump entró a la escena política estadounidense con su discurso racista y antiinmigrante que galvanizó las facciones derechistas más repudiables de la nación, incluyendo al Ku Klux Klan y a los Proud Boys. No vengo hoy con una lección de historia –ya hemos aprendido todo lo que necesitamos saber de esa ideología xenofóbica, misógina, nacionalista y autócrata, que los propios allegados al expresidente han llamado fascista. Hoy me motivo a escribir por lo que escuché ayer, domingo, en su mitin efectuado en el Madison Square Garden, en Nueva York, donde uno de sus secuaces trató de hacer un chiste que ha indignado a miles de personas.
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