Un radical libre es una molécula que se produce cada día en el organismo del ser humano como resultado de las reacciones biológicas que se producen en las células.

Tales reacciones dependen en gran medida de la toma de decisiones de las personas en cuanto a su estilo de vida.

En el ámbito de la salud se habla con frecuencia de los “radicales libres”. Este término se utiliza cuando se habla de dieta, de envejecimiento y de diversas enfermedades.

Los radicales libres son moléculas muy reactivas, necesarias para realizar determinadas funciones y mantener el estado de salud.

Diariamente se producen este conjunto de reacciones en el organismo las cuales se manifiestan de diversas formas en los procesos celulares. Todas estas reacciones son necesarias para la vida celular, pero la producción de radicales libres a lo largo del tiempo puede tener efectos negativos, ya que alteran las membranas de las células y el material genético (ADN de la célula).

Durante el metabolismo celular, en el que la glucosa reacciona con el oxígeno para producir energía, en ocasiones se liberan moléculas inestables a las que les falta uno o varios electrones y para volverse estables, buscan otras moléculas a las que les quitan el electrón que les hace falta, creando una reacción en cadena que llega a perjudicar a las mismas células.

Este daño puede variar, pero usualmente se manifiesta acelerando el proceso de envejecimiento y en algunos casos, juega un papel muy importante en el desarrollo de enfermedades y patologías de salud mortales.

La vida biológica media de un radical libre es de microsegundos, pero tiene la capacidad de reaccionar con todo lo que esté a su alrededor provocando el daño celular.

Para prevenir y disminuir el efecto nocivo de la producción no controlada de radicales libres en el cuerpo, la adopción de determinadas medidas sencillas basadas en un estilo de vida adecuado que incluya consumo de alimentos apropiados, evitar el tabaco, el alcohol y protección solar pueden ayudar a minimizar la producción de radicales libres.

La práctica de estas medidas repercute en beneficio para nuestra salud a largo plazo.

¿Qué efectos tienen sobre el organismo los antioxidantes ?

Son sustancias encargadas de neutralizar a los radicales libres y protegernos frente a su acción dañina sobre las células. Los antioxidantes los podemos encontrar en determinados alimentos como lo son:

• Betacaroteno (provitamina A) que los podemos encontrar en frutas y verduras como la zanahoria, el tomate, el mango o el melón.

• Vitamina E también presente en frutas y vegetales (espárragos, espinacas, brócoli y aguacate, por ejemplo).

• Vitamina C abundante en los cítricos (limón, naranja), el kiwi y el pimiento, entre otros vegetales.

• Flavonoides, también son sustancias naturales con gran capacidad antioxidante, predominan en el vino tinto y en el té verde.

Siguiendo una dieta rica en fruta y verdura fresca, cereales, pescado y baja en grasas no son necesarios los suplementos vitamínicos ni de ningún otro tipo, excepto en determinadas situaciones específicas en las que se requieran y se prescriban por su médico.

Antioxidantes y radicales libres: una relación de polos opuestos.

Seguramente ya has escuchado hablar acerca de los antioxidantes y su relación con el envejecimiento. Sin embargo, estas sustancias tienen un rol que va más allá del deterioro de las células que ocurre naturalmente con la edad.

Los antioxidantes se encuentran de forma natural en muchos alimentos, particularmente frutas y verduras.

Los mismos tienen el trabajo de neutralizar unas moléculas llamadas “radicales libres” para minimizar el daño que pueden causar en nuestras células.

Si no tenemos un cuerpo sano un base a alimentación balanceada, hidratación y una base fuerte de antioxidantes, podemos acelerar nuestro proceso de envejecimiento y ser propensos a desarrollar algunas enfermedades enfermedades como el caáncer y otras de origen metabólico.

La producción de radicales libres puede ocurrir como parte de los procesos naturales del cuerpo y conforme avanzamos en edad, ocurre con mayor frecuencia. Sin embargo, si constantemente estamos expuestos a agentes cancerígenos como el humo del cigarro, radiación, contaminación ambiental y pesticidas, obviamente aumenta la probabilidad de que los radicales libres lleguen a las células y causen daños irreversibles.

El estrés celular y sus consecuencias:

Una vez que se crean los radicales libres, éstos tienen la libertad de provocar daños en nuestro organismo, creando así, un desbalance denominado estrés oxidativo y es que, cuando un radical libre se roba el electrón de otra molécula, esa molécula se convierte en radical libre, repitiendo el ciclo y creando más radicales libres.

Los radicales libres provocan daños en nuestro ADN y esos daños son los que originan algunas enfermedades y aceleran el proceso de envejecimiento.

En una persona sana, los radicales libres son eliminados rápidamente desde el interior de las células por antioxidantes naturales, pero en personas con enfermedades crónicas o en adultos mayores, es más difícil su eliminación.

Los antioxidantes son sustancias que se encuentran en diversos alimentos, estos atacan a los radicales libres y reducen el daño que pudieran causarle a nuestro organismo, por tal razón, la importancia de llevar una dieta rica en frutas y verduras.

El deporte y los radicales libres:

Los radicales libres son sustancias de desecho producidas por las células a medida que el organismo asimila los alimentos e intercambia con el ambiente. Si el cuerpo no puede procesar y eliminar estos radicales libres de manera eficiente, puede producirse estrés oxidativo. Esto da paso a ser susceptible a algunas lesiones.

Este aparece también como consecuencia de la falta de una nutrición adecuada ni al consumo de antioxidantes para contrarrestar su efecto, provocando múltiples efectos negativos en el organismo, afectando a el sistema cardiovascular, músculos, huesos, pulmones, articulaciones, piel y riñones.

En cuanto al ejercicio físico, los deportes de alta intensidad o de larga duración puede aumentar la producción de radicales libres e inducir daño en varios tejidos, disminuyendo la efectividad y circulación de los antioxidantes.

Para prevenir y combatir el estrés oxidativo y los radicales libres, los atletas y deportistas deben buscar una suplementación específica de acuerdo a la disciplina deportiva, plan de trabajo y entrenamiento y calendario en curso.

Con la misma prioridad deben contar con especialistas en el campo de la nutrición y fisiología deportiva además de contar con un médico de su confianza.

Estos detalles son útiles especialmente en aquellos atletas que no llevan una alimentación e hidratación saludable para contrarrestar la falta de vitaminas y minerales. Desde edades tempranas debe ser prioridad entender y adoptar la disciplina de alimentarse de la manera correcta y a su vez, comprender la importancia.

Según te alimentas y lo que eliges en tu plan, así se comportatá y rendirá tu sistema.

(El autor es Fisiólogo del Ejercicio y posee un centro de desarrollo y capacitación. Puede ser contactado al correo electrónico: jc_scs@yahoo.com)