Las caídas en adultos mayores pueden tener consecuencias tanto físicas como psicológicas, además de trastocar la estructura familiar. Por tal razón, es muy importante tomar medidas para evitarlas.

Si bien las caídas no suelen tener mayores consecuencias en la vida cotidiana, en ocasiones estas pueden ser graves e, incluso, fatales. De hecho, estos eventos son la segunda mayor causa de muerte por lesiones accidentales o no intencionales en el mundo, dado que cobran la vida de alrededor de 650 mil personas anualmente, principalmente mayores de 65 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El riesgo de caídas crece a medida que se va envejeciendo. Aproximadamente el 25 % de los mayores de 65 años se cae una vez al año, porcentaje que aumenta a 55% en quienes superan los 80 años.

Causas más frecuentes:

•Debilidad muscular generalizada

•Artritis articular avanzada (osteoartritis, osteopenia, reumatoidea)

•Enfermedades pre-existentes

•Sarcopenia

•Motivos ambientales y estructurales

•Desbalances

•Problemas de visión asociados a patologías oculares

Las personas que son más activas tienden a caerse con más frecuencia en la calle, y aquellas más frágiles suelen hacerlo en el interior de su hogares, realizando tareas cotidianas, como ir al baño, agacharse a recoger un objeto, intentar buscar algo en altura o al tropezarse con una mascota.

Impacto en la salud física y mental

De acuerdo a la OMS, anualmente, se producen 37 millones de caídas que requieren atención médica. Las consecuencias pueden ser diversas e ir desde contusiones, heridas, fracturas faciales, costales, de columna y cadera, hasta otras más graves como un hematoma subdural, que es un coágulo que se forma entre el hueso del cráneo y el cerebro, comprimiéndolo.

Tambien tienen efectos psicológicos, como el miedo a volver a caer. Esto genera una rehabilitación incompleta, una reducción en la movilidad y, por lo tanto, un mayor riesgo de sufrir una nueva caída.

Finalmente, también pueden producir problemas socioeconómicos, porque hay circunstancias en las que el adulto mayor no puede seguir viviendo solo y requiere de cuidados permanentes en su casa o ser trasladado a un centro de rehabilitación.

Es clave corregir aquellos problemas físicos que aumentan el riesgo de caídas.

Cómo prevenir y tener cuidado de sí mismo:

• Haga ejercicio con regularidad para mejorar su fortaleza, su tono muscular y su estabilidad. Camine, si puede. Nadar podría ser una buena alternativa si le cuesta trabajo caminar.

• Hágase un examen de la visión y la audición cada año o cada vez que note un cambio. Si tiene dificultades para ver y oír, es posible que no pueda evitar objetos y podría perder su equilibrio.

• Conozca los efectos secundarios de los medicamentos que toma. Pregúntele a su médico o su farmacéutico si los medicamentos que toma pueden afectar su equilibrio. Las pastillas para dormir o los sedantes pueden afectar su equilibrio.

• Limite la cantidad de alcohol que beba. El alcohol puede alterar su equilibrio y otros sentidos.

• Pregúntele a su médico si los callos -en caso de tenerlos- deben ser eliminados de sus pies. Si usa un calzado holgado a causa de los callos, podría perder el equilibrio y caerse.

• El calzado debe ser liviano y adecuado.

• Hable con su médico si nota falta de movilidad-entumecimiento en los pies.

• Es posible que se maree si no bebe suficiente agua. Beba mucho líquido para prevenir la deshidratación.

• Si tiene una enfermedad renal, cardíaca o hepática y tiene que restringir los líquidos, hable con su médico antes de aumentar la cantidad de líquido que bebe.

• Tenga especial cuidado si vive solo.

• Si vive solo, piense en usar un dispositivo de alerta que le brinde ayuda en caso de que se caiga y no pueda levantarse. O lleve un teléfono inalámbrico o celular con usted de una habitación a otra. Así podrá llamar rápidamente para pedir ayuda en caso de necesitarla.

• Establezca un plan para ponerse en contacto una vez al día con un familiar o amigo. Tenga una persona y familiares que sepan dónde está usted en todo momento.

Cómo prevenir las caídas al aire libre:

Estos consejos pueden ayudar a reducir el riesgo de caerse cuando está al aire libre.

• Cuando salga al aire libre, mantenga las manos libres.

• Mantenga las entradas y el area exterior bien iluminada.

• Mire donde pisa.

Consejos útiles:

El ejercicio físico al menos tres (3) días por semana de acuerdo a tolerancia, edad y condiciones pre-existentes le serán de gran beneficio.

Cuidar y mantener una alimentación balanceada y adaptada a sus necesidades, peso, edad, estatura, entre otras, es un acierto. Los músculos y demás sistemas corporales necesitan alimentos para generar energía.

La hidratación tiene un rol protagónico no importa la edad. Todos los tejidos corporales y sistema muscular necesitan agua para trabajar de forma eficiente.

Llevar puestos sus espejuelos -de ser necesario-, además de ropa y calzados cómodos es muy importante. Y más importante aún tener un registro de exámenes y laboratorios como modo de prevención.

Cuidar la salud a cualquier edad es vivir en calidad de vida.

(El autor es Fisiólogo del Ejercicio y posee un centro de desarrollo y capacitación. Puede ser contactado al correo electrónico: jc_scs@yahoo.com)