¿Bonito día? Hay que ser muy cursi o muy sádico para desearle a nadie un bonito nada. Y si combinan el dama con lo del bonito día, ya es para hacerse el harakiri, escribe Mayra Montero
¿Bonito día? Hay que ser muy cursi o muy sádico para desearle a nadie un bonito nada. Y si combinan el dama con lo del bonito día, ya es para hacerse el harakiri, escribe Mayra Montero
Parece que no tenemos suficiente suplicio con que nos llamen “dama” cada dos minutos —sin serlo, que es lo que más duele—, y que hasta en la gasolinera, si paramos frente a una bomba defectuosa, alguien nos ulule por el altavoz: “Dama, dama, vaya por la siete”, con lo que me quedo tan anonadada que apenas atino a coger el pistero, prometiéndome que la próxima naceré hombre (a los hombres les dicen: “papi, vete por la siete”, y si en algún momento les dicen caballeros, es porque se lo han buscado). En fin, parecería que una no tiene suficiente con todo eso, que ahora se nos desea, a diestra y siniestra, “que pasemos un bonito día”.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: