Al cumplirse esta semana un mes de la votación general en Puerto Rico, resulta vergonzoso el ambiente de pugnas y la dinámica errática que prima en el escrutinio de los sufragios. La situación de incertidumbre genera, entre otras preocupaciones, que no se puedan emitir, antes del 2 de enero, todas las certificaciones finales de los candidatos electos por el pueblo en los comicios efectuados el pasado 5 de noviembre.
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A restablecer un organismo electoral de excelencia
Nota de archivo
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