La crisis del sistema de energía eléctrica de Puerto Rico, por la frecuencia y extensión de los apagones que alteran o mantienen en vilo a los 1.5 millones de clientes, ha alcanzado este verano un insoportable récord que llama a ponderar una solución efectiva y evitar decisiones apresuradas que, en vez de resolver el problema, terminen perpetuando la inestabilidad que arrastra por décadas.
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Respuesta responsable a la encrucijada energética
Nota de archivo
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