El debate presidencial del pasado martes entre el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, que pudo haber sido una buena oportunidad para que el público estadounidense conociera a fondo las posturas de ambos sobre un sinfín de temas críticos, desembocó, en cambio, en un triste espectáculo de desinformación y mentiras.
Editorial
Representa la perspectiva del medio de noticias.
Urge debatir con honestidad y seriedad
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 2 meses.