El costo de la malversación de dinero público lo paga directamente el pueblo mediante las contribuciones que hace al Departamento de Hacienda y a los gobiernos municipales, asegura el economista Gustavo Vélez
El costo de la malversación de dinero público lo paga directamente el pueblo mediante las contribuciones que hace al Departamento de Hacienda y a los gobiernos municipales, asegura el economista Gustavo Vélez
La corrupción se está convirtiendo en un peligroso mal social y económico que está en camino de derrotar el futuro de la Isla. Cada día son más los casos de corrupción que surgen a la luz pública y que acaparan la atención mediática. Lo peligroso de la actual tendencia, es que lejos de comenzar a generar una discusión seria de país, para buscar atajar este mal y buscar alternativas, hemos convertido el problema en una especie de carnaval mediático y entretenimiento. Al asumir esa actitud, como sociedad estamos abonando indirectamente a que el problema se agudice aún más y los costos de este mal se vuelvan insostenibles.
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