El cuadro financiero del gobierno federal es preocupante y la polarización de las discusiones para resolverlo agrega aún más complejidad al panorama a corto plazo.
El cuadro financiero del gobierno federal es preocupante y la polarización de las discusiones para resolverlo agrega aún más complejidad al panorama a corto plazo.
Aunque parezca lejano e inmaterial para el puertorriqueño común y corriente, el posible cierre del gobierno federal tendrá consecuencias sobre Puerto Rico. El Congreso federal dominado por el Partido Republicano (GOP, en inglés) no ha podido llegar a un acuerdo para aprobar una resolución de gastos que mantenga el gobierno operando. De no ocurrir un acuerdo fiscal antes del sábado, cuatro millones de empleados federales serán enviados a sus casas y se afectarían servicios esenciales como los controladores del tráfico aéreo y la producción de estadísticas económicas y financieras, esenciales para la toma de decisiones de política pública.
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