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En columnas anteriores he explicado lo que es el microbioma humano, cómo lo adquirimos, lo modificamos y cómo el manejo de este sistema microbiano puede ayudar a nuestra calidad de vida. Organismos como las bacterias, arqueas, hongos - que son ancestrales y conviven con los animales desde hace más de 500 millones de años- son trasmitidos por la línea materna a los bebés que se colonizan al nacer. El feto humano se desarrolla estéril en la cavidad uterina y su colonización comienza durante su alumbramiento en el canal vaginal y con flora fecal materna durante el parto, o si es por cesárea, el bebé adquiere bacterias de la piel materna, los guantes del personal médico y del ambiente que lo rodea. Como ya expliqué anteriormente, esto tiene consecuencias para el desarrollo de la inmunidad del bebé y por consiguiente su propensión a estar en un estado inflamatorio o desarrollar enfermedades auto-inmunes.
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