A tres años de la entrada en funciones del consorcio, que se cumplieron hace dos semanas, el país esperaba ver, al menos, el comienzo de un cambio que no ha ocurrido y se le agota la paciencia, escribe Benjamín Torres Gotay
A tres años de la entrada en funciones del consorcio, que se cumplieron hace dos semanas, el país esperaba ver, al menos, el comienzo de un cambio que no ha ocurrido y se le agota la paciencia, escribe Benjamín Torres Gotay
Una manera de entender a LUMA, y su complicada relación con los tormentos de los puertorriqueños, es visualizando al consorcio canadiense-estadounidense a cargo de la transmisión y distribución de electricidad aquí como una criatura monstruosa, ensamblada con las partes desechadas de otras criaturas, al estilo del Frankenstein imaginado temprano en el Siglo XIX por la escritora británica Mary W. Shelley.
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