La mascarilla, en este retorno, será el andador que protegerá nuestros primeros pasos. Por supuesto que correremos de nuevo, pero pensándolo bien, mascarilla, no me dejes, escribe Tatiana Pérez Rivera
La mascarilla, en este retorno, será el andador que protegerá nuestros primeros pasos. Por supuesto que correremos de nuevo, pero pensándolo bien, mascarilla, no me dejes, escribe Tatiana Pérez Rivera
Como insufrible pretendiente al que no veíamos la hora de despachar, pensábamos que descartaríamos las mascarillas de nuestras vidas. Y llegó la hora. La brisa vuelve a pasearse por esa zona del rostro que hemos ocultado desde marzo del 2020, luego de que el gobierno liberó de su uso a los vacunados contra el COVID-19, un estatus invisible que requiere de confianza absoluta en quien así se describe.
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